En un contexto enrarecido por la pandemia y atravesado por el conflicto docente, salteños volvieron a las urnas este domingo. Expectativa en los frentes, encuestas cruzadas y un marcado desinterés ciudadano son algunas de las características del cierre de campaña provincial.

 

Pocos procesos electorales provinciales se dieron en un contexto de abulia y desinterés tan evidente como el que alberga los comicios de este domingo en Salta. El desdoblamiento de la elección nacional y el peso de la pandemia en la imposición de nuevas preocupaciones, erosionaron la base de expectativas de la ciudadanía en la resolución política de los conflictos cotidianos. Así lo muestran los sondeos en la provincia y el país. Los jóvenes lideran el termómetro de la apatía y declaran en cuanta oportunidad tienen, que la elección venidera no resolverá ni por asomo sus más elementales problemáticas.

Siguiendo las únicas experiencias previas existentes sobre actos electorales en contexto de pandemia, la provincia espera un porcentaje de ausentismo no menor al 35%. Los casos de Misiones y Jujuy, donde los porcentajes de asistencia a los centros de votación fueron del 63,5% y 65% del padrón respectivamente, hacen prever que en la provincia acudirán a las urnas unas 680.000 personas sobre un total de 1.052.535 empadronados.

A eso habrá que sumar el importante porcentaje de indecisos que hasta las más recientes encuestas estiman entre el 25% y 30%. Una condición que también se dió en 2013 y que, salvando las distancias, se tradujo en un fuerte golpe a los partidos tradicionales catapultando al Partido Obrero a una elección histórica. Tampoco aparecen otros elementos distintivos de las compulsas de medio término, como el peso de la gestión gubernamental y la necesidad de la ciudadanía de evaluarla. Más bien sobrevuela un señalamiento al conjunto de los contendientes como sostenedores en menor o mayor medida del establishment.

 

Sondeos y guarismos

 

Es sabido que las encuestas, al menos cuando toman estado público, forman parte de la campaña electoral en si mismas. Pero en lo que pueden coincidir casi todas ellas, vengan de donde vengan, es en la pronunciada ventaja (no menor a diez puntos) entre el primer candidato a senador provincial y el segundo, ambos del oficialismo. Las opciones ancladas en la grieta aparecen inmediatamente después, aunque con una leve ventaja para la alianza olmedo-PRO.

La tendencia se replicaría de manera similar hacia abajo en el resto de las categorías, con la notoria excepción del médico Bernardo Biella que haría podio en el casillero de los diputados. Los escaños en disputa en el concejo deliberante abren el juego a las 25 listas participantes, donde también habrá que considerar un alto porcentaje de indecisos. Los sondeos ubican al PJ de Miguel Isa, el partido FE de José García y el oficialismo de Kripper y Madile como los únicos espacios con chances de superar apenas los diez puntos. El sistema D’hondt se encargará de hacer el resto.

El escaso entusiasmo que suscita la elección y el contexto en el que se desarrollará abonan la idea de que no estará sujeta a la ponderación de la gestión provincial. De allí que la insistencia de Matías Posadas en mostrarse como único alfil del gustavismo hasta el final de la campaña no hace más que desencajar a los analistas. Desde su ingreso al COE hasta el fallido intento de diálogo con los docentes en plan de lucha, no han sido más que furiosos intentos por atar el resultado electoral a la valoración (cada vez más decreciente) de la gestión. En los segmentos de bajos ingresos, la brecha que lo separa de Emiliano Durand supera los 14 puntos. En el sector de ingresos medios la diferencia se reduce a apenas un punto y en la clase alta Martín Grande lo aventaja por 13.

Para algunos, estos guarismos explican la fotografía del mandatario provincial con ambos candidatos en finca Las Costas la semana pasada. Aunque se haya mostrado prescindente durante buena parte de la campaña, el jefe político de ambos espacios buscará anotarse una victoria, aunque eso implique que uno de los derrotados provenga de su propio gabinete.

Otras lecturas apuntan a que en el Grand Bourg anticipan una temprana emancipación del empresario mediático en caso de llegar al senado y que, por tanto, es necesario forzar su referenciación. Algunos sectores ven en el joven Durand el caballo de Troya del romerismo y no estarían faltando argumentos para sustentar esa idea: Desde sus aceitados vínculos con los popes de la vieja guardia, hasta sus más recientes convenios con el municipio bettinista.

En esta realidad también encuadran las campañas de desgaste que lo señalan como lo que ciertamente fue y es: uno de los grandes privilegiados en el reparto de la torta publicitaria. Una encuesta realizada entre el 7 y 8 de agosto por el lic. Mauro Rosas lo ubica cómodamente como el candidato «que más dinero gastó en publicidad» con un 20,4% de los votos sobre un total de 40 opciones. Así y todo, no deja de llamar la atención como hasta sus ex-socios parecen acordarse repentinamente de los negocios del aspirante a senador.

 

Frente de todos somos víctimas

 

La expresión local del Frente de Todos decidió encarar las últimas dos semanas de campaña apelando al triste recurso de la victimización, mucho más parecido a un manotazo de ahogado que a la percepción real de una injusticia. Un interrogante simple y de relevancia periodística indiscutible como es la residencia de la candidata a senadora por la capital Pamela Ares, derivó increíblemente en un alegato por «violencia política». A eso se sumó el berrinche por el supuesto desaire de otros candidatos que no quisieron prestarse a debatir en un canal televisivo, aunque desde la producción del mismo negaron las acusaciones y aclararon que en realidad fue Ares quien se negó a debatir con ellos. El cierre de campaña del albertismo local, podría decirse que se dio entre polémicas y pataletas.

Las proyecciones para el Frente de Todos en Salta, en el mejor de los casos (que es precisamente el de Ares), lo ubican en cuarto lugar detrás de la alianza macrismo-olmedismo.

 

Momento poco PROpicio

 

Con la llegada de Patricia Bullrich y la fugaz reaparición de Alfredo «avioneta» Olmedo, la alianza «Juntos por el Cambio +» cerró campaña en el campo histórico de la cruz. Junto a los postulantes locales y ante la presencia de los medios, la presidenta del PRO cometió un furcio que no pasó desapercibido. Mientras se desarrollaba la conferencia de prensa previa al acto, la jefa del PRO señaló: «acá está a mi lado el candidato Zapata, Carlos Zapata…», haciendo referencia en realidad al candidato a diputado provincial en primer término Roque Cornejo Avellaneda. «No, no. Roque Cornejo», interrumpió en seco el aludido. «Ah, perdón me equivoqué. Tenía el mismo barbijo ¿Dónde te fuiste Zapata?», improvisó Bullrich visiblemente incómoda. «Va a estar en el acto», le respondieron. En la mesa también se encontraban José Gauffin y el diputado nacional y candidato a senador provincial Martín Grande, quienes sólo atinaron a reírse.

 

Convencionales e intendentes

 

Sin dudas, uno de los preceptos claves de la reforma constitucional impulsada por Gustavo Sáenz desde antes de asumir en el gobierno, es el límite de los mandatos indefinidos. Los efectos más palpables y rancios de las reelecciones ilimitadas pueden verse en algunos municipios donde los jefes comunales ejercen desde hace más de dos décadas. La corrupción crónica y el clientelismo imbatible son algunos síntomas del desparpajo institucional provocado por el sostenimiento del actual sistema.

Pero son muchos los intendentes que, incluso perteneciendo al oficialismo, eligieron no darse por aludidos y presentarse como candidatos a convencional constituyente. En Santa Victoria Este, el destituido e imputado intendente Rojelio Nerón buscará integrar la convención que debatirá los cambios constitucionales. Lo propio hará en Tartagal el radical Mario Mimessi y en Vaqueros Daniel Moreno. En el este provincial también se anotaron los intendentes Rolando Rojas y Marcelo Moisés de El Quebrachal y Apolinario Saravia respectivamente. José María Issa, intendente de Metán, seguirá los mismos pasos al igual que Yolanda Vega en Cerrillos. A la lista la completan Carlos Ríos (Angastaco) y Esteban Ivetich (Chicoana).