En esta semana han comenzado los escarceos de la dirigencia salteña. En el oficialismo y la oposición la pelea es de todos contra todos. Las definiciones se concentran en los cargos electivos que se disputarán el próximo 16 de abril. El poder ahora pasa por Gustavo Sáenz que decide en soledad el destino de casi todos los actores y hace peligrar la supervivencia de los viejos políticos.
El onanismo de Juntos por el Cambio
El primero que impactó en la semana fue el dirigente radical Miguel Nanni que, al margen de quejarse de la suspensión de las PASO, ha buscado el espaldarazo del gobernador jujeño Gerardo Morales para postularse de manera testimonial a Gobernador, con el probable apoyo como vice de Virginia Cornejo, otra huérfana que ha encontrado comodidad ideológica en Juntos por el Cambio. La fórmula del cafayateño se repite y parece buscar, en realidad, que su ofrenda de abril se pague en octubre con una reelección como diputado nacional.
De paso, también ha informado que los radicales proscriptos en el comicio anterior seguirán con la ñata contra el vidrio y que no podrán postularse dentro de la UCR. Entre los más ofuscados con este comportamiento está Luis Zavaleta, quien propone que en la próxima convención se revierta su situación.
La avanzada del vallisto tiene también otros destinatarios que son los representantes de la línea dura macrista y responden al ex presidente y a Patricia Bullrich. El interventor del PRO de Salta sigue en su anonimato, mientras que Martín Grande y Carlos Zapata han buscado el cobijo dentro de las filas de Rodríguez Larreta y compartieron foto con el Jefe de Gobierno de CABA hace apenas una semana.
Sin embargo, no exentos de sorpresas, ha circulado ayer la versión de que Bettina Romero sería una probable integrante de fórmula presidencial, en lo que aparece como una réplica de la estrategia trazada por Sergio Massa en 2015 cuando encaramó como vice a Gustavo Sáenz. La diferencia es que en ese momento el actual gobernador había triunfado en la capital y contaba con apoyo popular, mientras que la actual intendenta padece el desinterés de los vecinos salteños según las encuestas. Es más, cada vez mira más de lejos la reelección.
La suspensión de las PASO es el golpe más duro que le ha propinado el oficialismo a JxC, pues no encuentra procedimiento efectivo para resolver su intríngulis que poco tiene que ver con expansión territorial sino, más bien, con un grupúsculo de dirigentes con escaso caudal de votantes y que trabajan concentrados en las bendiciones de la cúpula de Buenos Aires. Con los radicales parados con un candidato, y con probables postulantes de cada aspirante a presidente del PRO –como Martín Grande e Inés Liendo, están partidos en tres pedazo poco conciliadores.
La diáspora del PJ
Hoy se realiza el Congreso Provincial del Partido Justicialista y ya comenzaron los conflictos. El sempiterno Walter Wayar ahora parece trasladar su baile a calle Zuviría con una impugnación que no progresó en el Juzgado Federal. La excusa esta vez era que la asamblea peronista no se inclinó por el modo presencial y sostuvo que lo virtual (zoom) no permite la participación plena.
Para agregar más leña al fuego se ha postulado públicamente a Gobernador y pide que se abran internas partidarias para dirimir el máximo cargo con Gustavo Sáenz. Demasiado flaco de apoyos, casi nadie duda de que su único objetivo es complejizar el proceso electoral o negociar la bajada con algún premio.
Fue candidato del sector kirchnerista “Salta para Todos”, integrado por Kolina, Unidad Popular y Partido del Trabajo y el Pueblo, con el que ingresó a su banca senatorial en 2021, es integrante de otro bloque legislativo, nadie se anima a decirle que carece de autoridad moral para cuestionar decisiones de un partido al que abandonó hace poco ni a suspenderlo como gustan de hacer los conservadores de JxC. Detrás de él también aparecen otras figuras díscolas que antes militaron en el isismo y que gustan de hacer temblar a la CAP y las propuestas de concentrar las decisiones partidarias.
Algunos ingenuos interpretan que si pudo asesorar al gobierno kirchnerista en materia aeronáutica, estaría en condiciones de improvisar en cualquier materia y solamente por eso le ofrendan unos pocos votos de confianza.
Las internas oficialistas
Las peleas dentro del poder no tardaron en llegar. En los altos niveles la confrontación de los peronistas saencistas con Ricardo Villada escalan y alcanzan altas temperaturas. Una declaración que parecía inofensiva caló hondo en el orgullo de las autoridades del PJ que publicaron una solicitada en la que las críticas alcanzaron hasta la gestión del gobierno.
Las diferencias ya se habían puesto en evidencia cuando confrontaron por la decisión que debía adoptar la Legislatura Provincial sobre las PASO. Villada cobró su primera derrota cuando se ordenó la suspensión de las internas, pero nada lo detiene a la hora de continuar con estrategias divisionistas.
Aunque todos dudan sobre la posibilidad de partir en pedazos al oficialismo en las elecciones de 2023, el Ministro de Gobierno propone un frente bajo su dirección y ha comenzado a instalar candidatos en distintos departamentos, con la clara intención de competir contra intendentes, senadores y diputados del oficialismo con signo compatible al peronismo. Estas estocadas han comenzado a incomodar a una gestión que necesita de gobernabilidad en las cámaras legislativas y de pacíficas negociaciones para contener a todos los que quieran apoyar a Sáenz. Tal vez Villada se equivoca demasiado.
El otro centro de la atención oficialista es la Capital, en donde ya se lanzaron Bettina Romero y Abel Cornejo para intendentes, y en la que se especula con la posibilidad de que también participen Emiliano Durand y David Leiva. Una tercera carta podría jugarse con la inserción en el universo saencista de Felipe Biella que arrimó posiciones con el gobernador.
Biella no encuentra puertas en JxC porque se las cierra el romerato que en la trastienda gobierna la voluntad del interventor del PRO y ha logrado consenso para que los Biella no perturben el proyecto reeleccionista de Bettina. Por otro lado, advirtiendo que se dinamita la candidatura en varios pretendientes, varios aseguran que se madura hace dos meses la salida de la alcaldesa del frente oficialista para concentrar los votos de esta alianza en su figura. Sostienen entusiasmado que más de 30 puntos podrían obtenerse en este extremo del espinel político, lo que sería más productivo que dividirse en varios postulantes saencistas.
La relación del saencismo con el romerato atraviesa por situaciones de tensión. Cada postura individual de dirigentes afines al gobernador, que pudieran comprometer o afectar los intereses de Bettina, generan demasiados berrinches y réplicas de los fanáticos de Bettina que se divulgan por medios pagos de la intendencia capitalina. No existe afecto entre estos sectores y cada expresión conciliadora exigió más de una reunión en la que siempre ha intervenido su padre, el senador nacional.
Sin paz en el Frente de Todos
Emiliano Estrada ya se lanzó como candidato a Gobernador por el sector camporista. Antes de eso rechazó ser candidato a Intendente a propuesta del urtubeycismo que sigue marginado.
El joven legislador nacional no parece tener límites y con la suspensión de las PASO se cayeron de inmediato las especulaciones de Wayar –que se fue a amargar la vida de los peronistas- y de Jorge Guaymás, siempre dispuesto a postularse a cualquier cargo relevante.
Sin embargo, el sector de Sergio Leavy ya ha calibrado que son varios los partidos del Frente de Todos que quieren comulgar con el saencismo en la elección provincial y consideran que un apoyo a Sáenz no implicaría traicionar los intereses del “albertismo”. Saben de las buenas relaciones de Sáenz Sergio Massa y parte del oficialismo nacional y entienden que no podrán contenerlos con sus escasas posibilidades de competir por el sillón de Grand Bourg. Son prácticos y necesitan no solo de acuerdos políticos sino de recursos tangibles para mantener una tropa que exige monedas y bolsones.
Un problema irresuelto es el de Mario Mimessi, que ha coqueteado demasiado con el saencismo y ha recibido recursos que mantuvieron en alto su imagen en Tartagal. Sin embargo, preso de sus principios radicales sus huestes le han informado sobre el convencimiento de que deben buscar repetir el mandato dentro de la UCR. Ni lerdos ni perezosos algunos oficialistas parecen avanzar en acuerdos con el “Osismo” y podrían cerrar una alianza para que único candidato saencista sea Franco Hernandez Berni en caso de que esta postura se imponga. Es que la ruptura de Leavy con Emiliano Estrada comienza a producir estragos en ese sector político. Mimessi deshoja la margarita pero le quedan pocos pétalos por cortar.
Un viaje que exaspera a varios
El Gobernador parte hacia Estados Unidos y estará ausente casi dos semanas. Al regreso firmará el decreto de convocatoria a elecciones para el 16 de Abril y declarará abierta una carrera que, por sus características, será una travesía con muchos obstáculos y cuyos ganadores no podrán imponerse sin acuerdos con el Grand Bourg.
Ansiosos por definiciones vinculadas con quien integrará la fórmula gubernativa con quien encabeza las encuestas y quien será bendecido para el sillón de la Casa de Moldes, en estos días las peleas podrían recrudecer aunque poco podrían gravitar.
Saénz se ha convertido en un político tiempista y deja jugar a todos pero en su intimidad parece apostar a la rodada de los viejos dirigentes como ha ocurrido con Miguel Isa en 2021.
Sabe que la mayoría come de su mano, o al menos, depende de que les de la venia para competir. Faltan pocos meses para comprobar si el 2023 impondrá lo nuevo o preservará lo añejo. De lo que no hay dudas, es de que el poder ha comenzado a concentrarse en el Gobernador que decide en soledad y esto inquieta demasiado a la política tradicional.
Quizás por eso el mandatario se arrima más a referentes que escapan del clásico perfil político partidario que se ha devaluado. Emiliano Durand o Bernardo Biella, son algunas de las figuras emergentes con la que se siente cómodo y que se erigen en el reverso de Walter Wayar, Miguel Nanni o Juan Romero que, como dice el tango, sueñan con el pasado que añoran, un tiempo viejo que lloran y que nunca volverá.