Gendarmería secuestró 310 kilos de cocaína y detuvo a seis personas en Córdoba, por orden del juez federal Raúl Reynoso que está imputado de cobrar coimas a detenidos por narcotráfico. Entre los detenidos había un expolicía salteño.

Hasta la prensa nacional se sorprendió por la noticia de que cuatro vehículos, seis ocupantes y el doble fondo de dos de los cuatro baúles cargados con más de 300 kilos de cocaína fueron interceptados en la Ruta 9 a la altura de la localidad cordobesa de Sinsecate. El rasgo curioso del operativo es que la orden de detención a la Gendarmería para hacer el seguimiento desde el cruce de la frontera de Bolivia con Salta, partió del juez federal de Orán, Raúl Reynoso, el mismo que sigue mencionado para integrar la Comisión de Lucha contra la Droga, creada por la Corte Suprema, al mismo tiempo que está acusado de dirigir una organización que se beneficiaba con cobros de coimas para favorecer en los procesos a presuntos narcos.

“El trámite fue iniciado por Reynoso cuando desde unas líneas pinchadas bajo investigación se escuchó que se enviaría un cargamento de cocaína. El operativo de intercepción estuvo a cargo de Gendarmería. Los investigadores localizaron el día en que iniciarían el transporte que se dirigía en principio a Córdoba. Finalmente, lograron hacer contacto en el cruce de la Ruta 9 y la 40, al norte de la provincia de Córdoba, próximo al pueblo de Sinsacate, 55 kilómetros al norte de la capital provincial. Dos camionetas estaban cargadas en un doble fondo de sus baúles y los otros dos vehículos actuaban como señuelo. Como cargamento los gendarmes encontraron 310,350 kilos de cocaína distribuida en panes. Los seis ocupantes de los cuatro vehículos fueron detenidos, entre ellos un ex policía salteño”, preciso Página 12.

El caso fue tomado por el Juzgado Federal 3 de Córdoba, de Hugo Vaca Narvaja, quien remitirá secuestros y detenidos al juzgado de Orán que, a la fecha, se encuentra bajo una lupa en cada uno de sus rincones. No es motivo de desconfianza que Reynoso ordenara investigaciones, seguimientos, detenciones y secuestros de vehículos y droga. De hecho, llevaba adelante infinidad de causas como la de la intercepción de Sinsacate. Tampoco que ordenara acciones en localidades distantes de Orán ya que los jueces federales tienen jurisdicción en todo el país en lo que se refiere a causas por drogas. La lupa, en realidad, está puesta en las actividades del juzgado después de las detenciones y los procesamientos. Lo que se investiga es la coima o la dádiva después de la detención y el procesamiento. Si hay libertad no hay urgencia por pagar ninguna coima.

A la hora de resaltar las operaciones que se imputan a Reynoso, Página 12 reseño un caso paradigmático: “En una de las causas que promovieron la orden de indagatoria de Reynoso, se registró la cesión de un vehículo. Una persona imputada por narcotráfico y detenida por orden del juez federal de Orán, era propietario de una camioneta. En determinado momento, y sin que en la causa hubiera modificación alguna excepto un cambio de abogado, el detenido pasó a ser acusado como partícipe secundario, con lo que recuperó la libertad. El nuevo abogado trabajaba para un cuñado de Reynoso, también detenido el miércoles pasado. El día en que fue liberado el acusado, se firmó la transferencia de la camioneta. En el allanamiento a la casa del cuñado de Reynoso hallaron el formulario 08 de transferencia y la cédula azul de la camioneta ahora a su nombre”.