La Asociación de Trabajadores Rurales y Estibadores de Salta (ATRES) prepara un plan de lucha por la falta de pago del subsidio Inter-cosecha  destinado a trabajadores cíclicos de la producción del Tabaco. (Claudia Alvarez Ferreyra)

Según datos aportados por Gabriela Reartes, referente de ATRES, el Ministerio de Trabajo de Salta tiene el registro de 13 mil trabajadores cíclicos por  temporada de cosecha de tabaco, “que representa la producción máxima y en blanco de la provincia”.

El subsidio Inter- cosecha se destina desde Nación a trabajadores tabacaleros por esa condición de cíclicos, ya que no son permanentes en su mayoría, y suele durar los meses en que permanecían sin empleo.  La preocupación surge ahora porque el pago debía efectivizarse en los meses de junio a septiembre hasta que vuelva la cosecha pero aún no cobran ni tienen novedades.

Gabriela Reartes explica que el monto que percibían por este subsidio era de 2.300 pesos, antes se les aumentaba por año, pero desde la asunción del gobierno de Mauricio Macri se congeló en ese monto. Desde entonces también se encuentran cada año con una situación de incertidumbre puesto que comenzaron a cambiar los requisitos por resolución: “El año pasado nos impusieron 5 meses de recibo de sueldo como requisito, más de 7 mil trabajadores dejaron de cobrar este subsidio que aunque es muy poco, podíamos llevar  un plato de comida a la mesa o leche para nuestros hijos”.

La trabajadora detalla: “en diciembre de 2018 salió una resolución del Ministerio de Trabajo diciéndonos que volvía el requisito de recibo de sueldo de tres meses, que volvía a ser la mitad de un salario mínimo, vital y móvil y que para el año 2019 iba a ser un salario. Nos preocupamos porque el salario mínimo, vital y móvil es de 12.500 pesos y en el recibo de sueldo nos ponen mucho menos. En enero salió otra resolución diciéndonos que volvía a tres meses y que se quedaba en la mitad de un salario. Ésta no nos dice cuántos meses, la anterior nos decía que podíamos cobrar 4 meses, ni tampoco cuánta plata.  Estamos investigando porque en este mes de junio ya teníamos que haberlo cobrado, hasta el mes de septiembre que empieza de nuevo la cosecha, y no salió”.

Fueron a consultar al Ministerio de Trabajo y no les dan respuesta. El subsidio les sirve a los trabajadores del tabaco para poder sobrevivir cuando se quedan sin trabajo,  Reartes expresa: “es un año electivo, tenemos un gobierno oligarca, de patrones, entonces tenemos temor de no poder cobrar esos pesos. Es muy injusto para nosotros los más humildes, los más pobres”.

ATRES se reunió con legisladores en la Cámara de Diputados esta semana para plantear la problemática que están teniendo con el subsidio de Inter-cosecha y para exponer las condiciones en que se lleva a  cabo el trabajo rural en la provincia

Plan de Lucha

Reartes anticipa que si no obtienen soluciones van a movilizarse con medidas de protesta: “Nos estamos preparando en un plan de lucha para salir a manifestarnos. El año pasado hicimos una marcha en la localidad de Rosario de Lerma con 500 trabajadores y como no obtuvimos respuestas hicimos otra en la provincia con más de 6 mil trabajadores y el apoyo de diferentes sindicatos. Por eso logramos que vuelva el requisito de recibo de sueldo a tres meses. Este año si no tenemos respuestas lo más antes posible vamos a salir a marchar. No puede ser que nosotros, los trabajadores rurales que somos tan importantes porque somos los que ponemos la comida en la mesa, la fruta, la verdura, la carne, seamos los más vulnerados y flexibilizados  en este país y en la provincia”.

Desde ATRES, el sindicato que integra Gabriela, afirma que recorren las distintas fincas para concientizar a los trabajadores rurales “tienen derecho a pelear y a salir a la lucha”. En tiempo electoral también toma posición y plantea “no queremos más a este gobierno, queremos uno que nos represente y hacerle entender a la patronal oligarca de la provincia que el trabajador rural existe y va a salir a defenderse con conocimiento, capacidad y  lucha, es lo que nos merecemos como principales actores del país que llevamos la comida a la mesa a cada trabajador y a cada familia”.

Las condiciones de trabajo

En pleno 2019, Gabriela sostiene que los trabajadores rurales aún viven una situación de extrema esclavitud y pobreza. “Nuestra grilla salarial dice que tenemos que ganar 14 mil pesos, estamos ganando entre 13 y 9 mil dependiendo del patrón.  Nos pagan en gris porque de 25 días trabajados por ejemplo, el recibo de sueldo nos marca 6, 10 o 12 días, y en negro nos pagan todo el resto. El patrón nos descuenta el total de los aportes que a él le corresponde pagar pero solo nos realiza los aportes de lo que figura en el recibo de sueldo, 10 días o la mitad. Al limitarnos tanto en el recibo de sueldo no llegamos para la atención en la obra social – OSPRERA-. En nuestro recibo de trabajador rural cíclico y permanente tenemos descuentos de seguro de sepelio, RENATRE, OSPRERA y de la cuota sindical de UATRE pero ninguno nos representa.  RENATRE está para registrarnos como corresponde al ser laburantes pero no lo estamos. No cobramos con tarjeta, tenemos que esperar al patrón a la hora que viene (19 o 20hs.) los sábados para que nos dé un anticipo. El trabajo que hacemos es digno, lo indigno es la forma en que se nos maltrata y en la que nos pagan”.

Las mujeres

Gabriela Reartes hace una especial mención a las mujeres trabajadoras que deben enfrentar un contexto patriarcal y machista que se exacerba en la ruralidad. Ellas conforman “la mayor parte de la mano de obra que tiene el trabajo rural” pero pese a desarrollar iguales tareas que los hombres son discriminadas, en muchos casos no reciben la misma paga y  soportan condiciones insalubres.

“Trabajamos en potreros, cuando tenemos necesidades de ir al baño, debemos escaparnos a otros potreros, es increíble que lo diga en una entrevista pero son puntos esenciales. Cuando estamos embarazadas nos dejan sin laburo. Las mujeres existimos y tenemos derechos. En cada potrero y en cada finca que trabajamos tenemos que tener un baño digno y ser tratadas de igual a igual con el hombre porque hacemos la misma tarea pero no nos consideran el pago de la misma forma. Levantamos, acarreamos, cosechamos para llevar el plato de comida a nuestros hijos”.

Dificultades para jubilarse

El problema de la falta de pago del subsidio Inter- cosecha es solo uno de los tantos que afectan a los trabajadores rurales. También tienen dificultades para jubilarse porque la patronal no realiza los aportes correspondientes, por eso muchos accedían a través de la moratoria. “Y ahora el 23 de junio nos van a sacar la moratoria. Muchos dicen se jubilan sin hacer aportes, nosotros lo hemos trabajado, desde los 7, 8 años, nadie puede decir que no hemos laburado, el patrón no hace los aportes necesarios. Muchas mujeres se jubilan con la moratoria, herramienta para que las viejas se vayan a descansar, para que el cuerpo descanse y podamos tener los medicamentos necesarios. No queremos un subsidio donde no tengamos obra social, queremos nuestra dignidad de haber laburado tantos años en el campo y estamos orgullosos. Lo malo es el maltrato, la patronal se cree tan poderosa que nos ningunean y cada vez que vamos a pedir una certificación para que un abuelo se pueda jubilar no nos quieren dar, es una lucha terrible pero no vamos a bajar los brazos”.