Se detectaron 17 trabajadores en Las Lajitas que realizaban tareas de desmontes en condiciones deplorables, además de vivir hacinados en semiranchos improvisados, el patrón no le proveía ni agua.
Inspectores de trabajo de la provincia se hicieron presentes en Las Lajitas, a la altura del kilómetro 20 de la ruta provincial 30, donde encontraron que de los 18 trabajadores que realizaban una faena de desmonte, 17 lo hacían en “condiciones irregulares”, lo cual traducido significa que estaban siendo prácticamente esclavizados, porque además de habitar “viviendas tipo taperas realizadas con bolsas de silos y en situación de hacinamiento” no contaban con los mínimos elementos de seguridad, ni qué decir de alimentos, agua, transporte, ninguno de los cuales era brindado por el empleador, que como es costumbre nunca es mencionado en los informes publicados por prensa de la Provincia.
“Tras las actuaciones, se intimó a la patronal para que efectúe el descargo pertinente y proceda a regularizar la situación de los trabajadores, como así también a respetar las normas de seguridad e higiene” dice el acta. Lo que se puede transcribir como que el esclavista empleador optará no por regularizar la situación laboral de sus empleados, sino buscar otros que estén dispuestos a ser esclavizados de la misma manera y así el ciclo de inspección, intimación y despido se volverá a repetir.