Bettina Romero llegó diciendo que iba modernizar la ciudad. Quedan menos de 50 días para cerrar el año y la gestión naufraga en la improvisación. Los problemas en el gabinete abren especulaciones de cara al año próximo. Mientras, pensando en las elecciones 2021, la jefa comunal busca otros intendentes aliados.

A poco de terminar el 2020, la gestión de Bettina Romero parece estar muy lejos de lograr sus ambiciosas promesas de campaña. El gobierno está desorientado, fracturado y atrapado en sus internas. La improvisación es lo más notorio y el martes 10 quedó de manifiesto nuevamente.

Primero se había anunciado una transmisión on line en la cual “Titi” presentaría el Plan de Bacheo 2020.  Pasadas las 9:00 hs -del mismo martes- se informó que la presentación se suspendía por cuestiones de agenda. Sin embargo, a las 10:30 hs, mediante WhatsApp se informó que la intendenta recorrería los trabajos que se realizan para arreglo de calles en el barrio San Francisco en la zona sur.

Junto al hiperactivo Aroldo Tonini recorrió las modestas obras de mantenimiento que vienen realizando. Para gracia de la platea soltó el siguiente absurdo: dijo con tono grandilocuente que su gestión lleva invertidos 46 millones de pesos en 700 cuadras. La exageración causo gracia entre los conocedores del rubro de la construcción quienes cotizan cada cuadra en 3 millones y medio de pesos, lo cual alcanzaría para hacer obras elementales en solo 15 cuadras.

La actividad se trató claramente en un intento fallido por mostrar que algo en obra pública están haciendo; por cierto, el comparativo con la gestión anterior es mejor no hacerlo ya que “Gustavo” concretó obras de gran envergadura gracias al financiamiento gestionado ante Nación. En rigor, tendría que haber partido de explicar que el presupuesto  de la subsecretaria de Renovación Urbana fue reducido producto de reasignaciones de recursos y que están haciendo lo que pueden.

Otra baja en el gabinete

Mientras  el gobierno ve qué hace y va improvisando, las cosas se complican y hay gente que prefiere dar un paso al costado. El miércoles 11 se conoció que Lucía Zapata, subsecretaria de Habilitaciones Comerciales fue removida.

La funcionaria no venía muy conforme con la gestión desde que se descubrió que había un expediente en donde se había falsificado su firma para habilitar un local. Esto sumado a la displicencia de la jefa comunal habría cansado a la hija del diputado Carlos Zapata que pegó el portazo definitivo del área y paso con bajo perfil a la agencia de Recaudación Municipal.

El penúltimo había sido Gabriel Miremont, secretario de Cultura,  y anteriormente una larga lista de bajas: Diego Peretti dejó la presidencia del Tribunal de Faltas, Emilio Savoy dejó la Secretaría de Hacienda. También Guillermo Brandán, de prensa, se fue a los pocos meses.

Según comentaron a nuestro semanario, estaba cansada de Daniel Nallar. No son pocos los que afirman que irrita a muchos la indeclinable postura del Coordinador Jurídico de tomar decisiones arbitrarias y autoritarias.

Ocurre que la pelea Tonini vs Nalllar no cesa. Y los que están al medio lo sufren. Zapata se cansó de pedir la autorización para más de 400 inspecciones a comercios pero no tuvo respuestas. Lo de Nallar, no es nuevo. La pelea con Tonini, erosiona tanto la gestión que pone trabas a todas sus dependencias. Nallar no hace prosperar nada que no sea de su conveniencia.

Tantear a intendentes

En Rosario de Lerma, el jueves, se llevó a cabo una reunión entre intendentes, de la que participó Bettina Romero. De los ocho intendentes del área metropolitana que estaban invitados, solo asistieron tres.

Los jefes municipales del área metropolitana de Salta habían sido convocados a una reunión, para compartir posturas y debatir acerca de las experiencias como intendentes de los centros más reconocidos a nivel provincial. De ocho que habían sido invitados, solo asistieron tres: la intendenta de Cerrillos, Yolanda Vega, el intendente de Rosario de Lerma, Enrique Martínez y Bettina Romero en representación de la ciudad capital.

El aparente objetivo de la reunión habría sido el debatir acerca de la situación del transporte en el área metropolitana. Sin embargo, de fondo, el encuentro le sirve a Bettina Romero como un acercamiento, de cara a las elecciones del año próximo, en un contexto donde cada vez se hacen más visible sus ansias de esmerilar al gobernador. De hecho, no es un dato menor que fue un fracaso el encuentro.

Bettina Romero dijo, en charla con los medios de Rosario de Lerma que no le sorprendió la ausencia de los intendentes. “Nosotros tenemos un compromiso de trabajar junto con el área metropolitana. Cada uno decidirá cuál es su prioridad. Como intendenta de la Ciudad de Salta, me doy cuenta que la clave está en la unión”, aseguró Romero.

Por otro lado, también dijo que lo lamenta por los intendentes que no acudieron porque “se perdieron una reunión súper interesante”. Creo que hay una intención de trabajar en conjunto, inclusive con el gobernador”.

Desafiante, Bettina Romero manifestó que “los intendentes del área metropolitana deberíamos vernos todas las semanas” para conversar acerca de las problemáticas en las que se ven involucrados varios municipios.

Fil Palopoli, quien sueña con ocupar el cargo de jefe de gabinete en caso de que Bettina realice modificaciones el año venidero, se lo vio subir al automóvil oficial con el rostro resignado por la paupérrima concurrencia de intendentes, que al día siguiente, se reunieron con Gustavo.