Así describen medios nacionales a Juan Manuel Urtubey en relación a su alianza con el gobierno de Mauricio Macri. El presidente ya terminó de armar un nuevo mapa de alianzas con las que aspira gobernar en 2018.

Macri comenzó su gobierno con un diseño en su cabeza de la oposición en la que el peronismo “razonable” de Sergio Massa fue crucial en el primer año del macrismo para aprobar diversas leyes en el Congreso nacional y, aún más, para la gobernadora María Eugenia Vidal en el Poder Legislativo bonaerense. No obstante, ya antes de las elecciones de octubre pasado, Macri apostaba a reemplazar a Massa como pieza fundamental en las negociaciones. “Con la reducción del bloque del Frente Renovador y la salida de Massa del Congreso en el Gobierno dan por terminado el ciclo del tigrense”, asegura en su edición de hoy el diario Página 12.

De allí que los nuevos aliados de Macri son algunos gobernadores peronistas: “Quienes continúan más cerca del presidente como aliados son el cordobés Schiaretti, que se mostró junto al presidente en los momentos cruciales, y el siempre dispuesto Urtubey. También mantiene cerca, aunque no en todas las circunstancias lo acompañan, al chaqueño Domingo Peppo, al entrerriano Gustavo Bordet y al misionero Hugo Passalaqua. Además de la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, y a la de Tierra del Fuego, Rosana Bertone. Si bien a Macri le había molestado en una primera instancia que no disciplinaran a su tropa, mejoraron en la consideración presidencial en la última votación”, precisa ese medio que precisa que otros gobernadores que comandan fuerzas provinciales, como Alberto Weretilnek (Río Negro) u Omar Gutiérrez (Neuquén) también integran el grupo que Macri imagina como sus aliados en los años por venir.

Del otro lado, el gobernador de San Juan encabeza la lista de los que el presidente mira con enojo y decepción. En el caso particular de él, influye que los macristas lo veían como un emergente del peronismo con relevancia nacional tras la derrota en su pago de Urtubey. “Generó mucho malestar en el resto de los gobernadores. Fue parte del acuerdo y termina jugando en contra en las dos cámaras. Tuvo declaraciones muy duras. No es bueno para él como figura emergente del peronismo”, evaluaron en el Ministerio del Interior, en donde aclararon, de todas formas, que “todo se puede recomponer”.

Otro de los que estuvo fustigando el presidente tras las jornadas de represión y ajuste a los jubilados es Sergio Casas. En la Rosada, interpretan que se vio fuertemente condicionado por el ex gobernador riojano Luis Beder Herrera, quien denunció públicamente las presiones del Gobierno nacional.

Macri volvió a poner en su lista negra al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, a quien hace poco había llevado en su gira por Estados Unidos. Tampoco está en buenos términos con la Rosada el mandatario de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Hay otros que no ingresaron ahora en la lista, sino que están hace tiempo: se trata de Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa) y Carlos Verna (La Pampa). Allí no hay sorpresas, pero la inclusión en esa lista de algunos gobernadores que hasta hace poco el oficialismo veía como aliados muestra que nada está escrito en piedra para 2018 y que las alianzas macristas con el peronismo se siguen reconfigurando.