Ella había pedido uno de ternera con queso; la kiosquera le encajó uno de ternera con huevo. Se agarraron a las piñas y fueron detenidas.
Ya lo dicen los escritores: satán habita en los detalles. Y, seamos sinceros, hay un abismo entre uno de miga de ternera con queso y otro de miga de ternera con huevo, un abismo por el cual bien vale la pena romperle la crisma a otra persona y terminar tras las rejas.
Esto sucedió en pleno centro de Orán, tierra de hechos bizarros. La pelea comenzó cuando una de las mujeres pidió un sándwich de miga de ternera con queso y la kiosquera le vendió uno de ternera con huevo. La mujer no notó la equivocación y se retiró del kiosco, pero volvió a los pocos minutos a exigir un cambio.
La kiosquera le afirmó que no podía realizar el cambio porque el sándwich había perdido la cadena de frío y comenzó una discusión que rápidamente pasó a los golpes.
Alguien llamó al 911 y los polis llegaron y tuvieron que llevarse a las mujeres detenidas, en una seccional en la que nadie le hace asco a un sandguchito de lo que sea.