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El Prostíbulo de Todos

Pese a contar con denuncias por violencia de género, Juan Ameri tenía el aval directo de Sergio Leavy y José Vilariño. El silencio de Nora Giménez y otros casos que muestran la debacle moral y política. Alfredo Palacios

El Frente de Todos tiene un discurso bipolar. Cristina Fernández agita el pañuelo verde; se dice feminista y tilda a opositores de machirulos, sin embargo, al mismo tiempo tiene que justificar a dirigentes kirchneristas acusados de violencia y abuso.

De un lado las mujeres que defienden el aborto y las libertades para el género y del otro lo más atrasado del machismo. Así de contradictorio es el Frente de Todos, que a la luz de los hechos tiene mucho de marketing y poco de coherencia política.

Sin la protección de sus principales dirigentes, Ameri no podría haber llegado a ser candidato con el prontuario poco limpio que tenía.

En ese sentido, José Vilariño y Sergio “Oso” Leavy, abiertamente fueron quienes bancaron al ex barra brava de River pese a las críticas de las mujeres k de paladar negro. ¿Alguien puede creer que Nora Giménez no estaba al tanto de la conducta de este muchacho?  Claramente no.

Si bien ante el hecho indecoroso de Ameri salieron a repudiarlo en sus cuentas personales de Twitter, es innegable que fueron especialmente ellos quienes le permitieron llegar al Congreso Nacional.

Cuando el “Oso” decidió presentar su doble candidatura, quien debía sucederlo era Nora Giménez. Sin embargo, ambos ganaron las senadurías, votos que le permitieron a Ameri, pese a la oposición de muchas mujeres dentro de Todos por las denuncias que recaían en su haber, llegar a ser diputado nacional.

El jefe político era José Vilariño, ex diputado nacional y actual administrador por Salta del Fondo Especial del Tabaco.  Todos saben al interior del Partido de la Victoria que lo cubría. Incluso algunas voces maliciosas aseguran que eran compañeros de parranda. Es decir que Ameri era Vilariño, y Vilariño “el Oso”. Toda la maniobra encubridora fue confirmada Alcira Figueroa, quien sostuvo que cajonearon las denuncias contra Ameri.

Algo similar ocurrió con el dirigente Martín Del Frari, quien fue acusado por insultar e incluso golpear a una militante, que a su vez era su pareja. Eso no es todo, entre uno de los animadores del Frente de Todos, se encuentra un reconocida figura política, que fue 16 años presidente de la cámara baja, acusado adulterar un ADN para no reconocer a una hija. Los memoriosos recuerdan que Gonzalo Quilodran, antes de salir con Pamela Ares, fue protagonista de un escándalo al aparecer fotografiado en el boliche porteño Cocodrilo junto a una bella señorita, en momentos que se encontraba en pareja con Gisela Moreno.

La debacle moral y política

El Frente de Todos es un armado diverso con el solo fin de ganar las elecciones.  Nunca fue  como una coalición armónica y desde un principio comenzaron las tensiones y cruces. Durante lo que va del año no hubo ninguna iniciativa en común hasta el inicio de la semana pasada

La polémica alrededor de la supuesta designación de la exministra Josefina Medrano en la Superintendencia de Servicios de Salud, en un principio los abroquelo. Aunque horas después como era de esperar varios se terminaron despegando.

Los diputados nacionales Lucas Godoy y Juan Ameri se desentendieron. En el Senado provincial paso lo mismo. El Frente de Todos tiene un bloque de cuatro legisladores, de los cuales tres dijeron no compartir la misiva contra Medrano: el senador de San Carlos Roberto Vázquez, el de Los Andes, Martín Arjona y su par de Santa Victoria, Carlos Ampuero.

Las contradicciones que ha mostrado el Frente de Todos desde su conformación no hacen más que confirmar que estos frentes se construyen por puro interés electoral, y no funcionan como un bloque homogéneo sobre un proyecto político. Esto lleva a un notable desgaste: hasta sus propios militantes se dan cuenta que los dirigentes tienen sus propios intereses y no les importa una “teta” las necesidades de la población.