Pancho admitió que ordenó trasladar al obispo de Orán, al ser acusado de abuso sexual.

El Santo Padre admitió haber trasladado de Salta al Vaticano al ex obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, a raíz de las denuncias que recibió sobre abuso sexual y de poder del prelado.

«Lo hice venir y le pedí la renuncia. Bien clarito. Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico», aseguró en un reportaje con la televisión mexicana.

Si bien en Salta se ve más bien como que desde Roma le tiraron a Zanchetta una soga para poder eludir la instancia judicial, Francisco ve el caso de otra manera.

El Papa explicó al canal mexicano Televisa que Zanchetta «fue a hacer un test psiquiátrico, el resultado del test era dentro de lo normal, aconsejaban el tratamiento del viajero, una vez por mes… «Viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento, entonces no convenía que volviera a Argentina por eso. Entonces lo tuve acá y como el test decía que tenía capacidad de diagnóstico de gestión, bueno, asesor», agregó.

Así fue como Zanchetta pasó a estar a cargo de la «inmobiliaria» del Vaticano en diciembre de 2017.

En la entrevista Pancho dijo que la Iglesia también inició su propia investigación canónica y alejó a Zanchetta de su cargo. El Papa también dijo, en esta entrevista, que no sabe «en qué va a terminar» el juicio canónico que enfrenta Zanchetta. «Ya llegó oficialmente la investigación previa. La leí, y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe, están haciendo el juicio», apuntó.

El Papa sí admitió que había muchas quejas contra el Obispo por el trato a las otras personas. “Déspota”, “mandón” son algunas de las palabras que usa el Papa. «Económicamente era desordenado, pero mal manejo económico no tuvo por las obras que ha hecho». «Era desordenado pero la visión es buena», agregó.