Icono del sitio Cuarto Poder

El molino en negro del diputado Cisneros, clausurado

 

Se produjo en Salvado Mazza, un operativo conjunto entre la AFIP y la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario de Agroindustria, en el que se decidió clausurar un molino harinero que no tenía los papeles en reglas y del cual se sospecha que vendía gran cantidad de harina sin declararlas antes el Fisco ni tributar impuestos. La planta pertenece a Luis Gerónimo Cisnero, un diputado provincial de Cambiemos.

En tarea conjunta con AFIP y la Dirección de Rentas de la provincia de Salta, se clausuró por diversas irregularidades un molino harinero centrado en la exportación de granos en la localidad de Salvador Mazza.

Medios especializados señalaron que el molino operaba sin matrícula de Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA) y sin haber colocado el Controlador Electrónico de Molienda de Trigo (CEMT).

La medida incluyó la interdicción de la totalidad de la harina y otros subproductos hallados en depósito, también el precintado del banco de primera rotura donde se inicia el proceso de molienda.

“La empresa, que como actividad principal tiene la exportación de trigo, acreditó ventas al exterior que representan el doble de la mercadería adquirida con ese destino. El hecho podría explicarse en la anulación de Cartas de Porte por más de 2.000 toneladas de trigo que tenían como destino la firma y que tras su anulación no se registraban en los libros oficiales. A partir de ello, se pudo verificar también la existencia de Cartas de Porte duplicadas y con el número de Código de trazabilidad de granos CTG adulterados, y por lo tanto sin ingreso en los libros oficiales”, señalaron desde el portal infocampo.

Hoy además se supo que la planta pertenece a Luis Gerónimo Cisnero, un diputado provincial de Cambiemos en Salta, que a fines de marzo pasado fue sorprendido por Gendarmería en Santiago del Estero cuando trasladaba 50 mil dólares y 2 millones de pesos, en la camioneta en la que viajaba.

Una fuente que sigue de cerca este caso contó a Bichos de Campo: “Lo que le detectó concretamente es que esa empresa factura por unos 10 millones de pesos y bancariza solamente 100 mil. Maneja mucho efectivo porque cruzan los bolivianos a comprarle trigo y harina con la guita encima”.