«Es impredecible si habrá una segunda ola de contagios», dijo Juan José Esteban.
Si bien el número de contagios en Salta permanece estable y desde que arrancó este año se confirmaron sólo 38 casos de covid-19, desde el Ministerio de Salud observan con preocupación el «relajamiento» social.
«La situación epidemiológica es buena. Tenemos una curva totalmente plana, con una disminución de la casuística muy importante y en la liberación de camas. Ahora tenemos que ver las consecuencias de la gran movilización que tuvo la gente para Navidad y Año Nuevo», dijo el ministro de Salud de la Provincia, Juan José Esteban.
Los casos que se pueden haber generado en las fiestas de fin de año se empezarán a conocer este fin de esta semana y en la próxima, según la experiencia con otras festividades que tuvieron consecuencias nefastas, como fue el Día del Niño del año pasado, cuando comenzó a escalar el pico de pacientes con COVID-19 en Salta, que tuvo su máxima expresión entre septiembre y octubre.
«Siempre decimos que la pandemia no pasó. Estamos expectantes y en estado de alerta al posible rebrote, somos conscientes y no sabemos cuándo se puede dar esa situación, pero sí hemos visto irresponsabilidad en muchos ciudadanos», advirtió el funcionario.
«Es impredecible si habrá una segunda ola de contagios», admitió Esteban, pero no por eso desconoció la mejor situación de Salta frente a la pandemia.
«No estamos exentos, pero desde el punto de vista sanitario vamos dando los pasos en base a lo que hoy tenemos. Vivimos el presente», dijo el ministro.
Sin dudar, marcó que de llegar una nueva ola de contagios se retomarían las medidas de restricciones de circulación.
«Está visto a nivel mundial que la única solución para evitar la circulación viral es el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO)», aclaró.
«Este mes llega otra remesa de vacunas para que en febrero avanzar con la vacunación de las fuerzas de seguridad y los docentes, de manera de mejorar la carga inmunológica de las personas con mayor contacto», adelantó.