El Ministro de Hacienda ya adelantó que la urtu deuda complica las finanzas de la provincia.
El Gobierno provincial adelantó el llamado a una negociación salarial con los gremios docentes y el resto de los estatales para el miércoles próximo. La idea es atender con tiempo los reclamos sindicales que puedan surgir para que arranquen las clases en marzo, después de un año con una actividad escolar muy reducida.
Fue el ministro de Economía de la Provincia, Roberto Dib Ashur, y no su par de Educación (como se suponía) quien dio a conocer la convocatoria a paritarias.
«Entendemos que era el momento de hacerlo ahora. La semana que viene vamos a hacer la convocatoria general, más allá del diálogo que vamos teniendo con los representantes gremiales de manera individual», dijo ayer a El Tribuno Dib Ashur.
El funcionario recordó que el año pasado el incremento en los sueldos para los docentes y el resto de los empleados de la Provincia fue de un 31,7%. Casi la totalidad de ese aumento, el 30%, se dio hasta julio.
De acuerdo al relevamiento de precios al consumidor del Indec, en 2020 la inflación fue del 36,1%. La diferencia entre el costo de vida y la suba salarial que se otorgó el año pasado será el primer tema de conversación en la negociación con los delegados sindicales, según adelantó el ministro.
«En diciembre el indicador de la inflación ha superado la suba salarial, por lo que también vamos a discutir el tema de diciembre, particularmente en la negociación», señaló Dib Ashur.
En la nota concedida a El Tribuno, Dib Ashur pinta un panorama no muy alentador sobre las finanzas, aunque resaltó que no estamos quebrados. Dijo que en el 2020 recortaron gastos. Por ejemplo, entre enero y noviembre de 2020 se invirtió solo un 42% de lo que estaba previsto en construcciones. También lograron bajar el stock de la deuda de la Provincia y reducirlo en más de 40 millones de pesos.
El gran problema que tiene Salta, según Dib, es la Urtudeuda: “del resultado de la negociación de la deuda internacional del Estado salteño depende gran parte del futuro de la actual administración. Se trata del crédito de 350 millones de dólares que se obtuvo en 2016 para el malogrado Plan del Bicentenario”, dijo. Y acotó: “A partir de 2022 el Gobierno tiene que empezar a pagar el capital de ese préstamo con cuotas que son inviables para una provincia sumida en la pobreza (algo que ya se sabía cuando la anterior gestión encaró el empréstito con una irresponsabilidad de la que nadie se hizo cargo hasta ahora, sobre todo la Justicia)”.
Lo ponemos entre comillas para resaltar que esas palabras son del mismo Dib, que parece haber olvidado que fue funcionario de la gestión urtubeycista.
Con la Urtudedua, las obligaciones que se deben afrontar son cuotas semestrales de los intereses del crédito, por 16 millones de dólares cada una. El 7 de enero pasado venció una cuota y el Gobierno postergó su pago para el 7 de febrero.
Bajo las condiciones actuales de la deuda, en 2022 se debería abonar US$ 154 millones en un solo pago; en 2023, US$ 138 millones y en 2024, US$ 127 millones. La negociación que encara Dib Ashur es para que esos plazos se extiendan y se baje la tasa de interés, que se encuentra en 9,125% anual (casi inmejorable en el mundo para los especuladores financieros).