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El microcentro salteño fue un infierno

Demoras de hasta una hora para hacer 15 cuadras

La decisión de la intendenta de la Municipalidad de Salta, Bettina Romero, de sacar a los vendedores ambulantes y comerciantes informales de las peatonales, convirtió el tránsito en el micro y macro centro en un verdadero infierno.

Es que, a sólo tres días que se celebre el Día de la Madre y con los altos índices de desempleo que se registran en Salta, los manteros esperaban poder vender sus productos y ganar algo de dinero.

Al enterarse que la Municipalidad de Salta les prohibía hacerlo, indignados decidieron tomar las calles y los zorros de Tránsito (o Movilidad Ciudadana cómo le gusta decir a Tití) no daban a basto para controlar el caos vehicular que se armó.

Los automovilistas, indignados, hacían sonar sus bocinas; los manteros marchaban rumiando contra la gestión de Bettina Romero y los transeúntes intentaban cruzar las calles atestadas de vehículos.

Básicamente, todo era caos y desorden en la cálida noche de “La Linda”.