El gobernador ordenó los patitos y puso en fila a los intendentes, quienes se reconocen “asustados” ante una pandemia que suma cuatro meses. Los jefes comunales hasta aquí, evitaron sumarse a la responsabilidad, aunque sí restaron presupuesto. Mientras tanto, el presidente del Foro de Intendentes se enfoca en el negocio de la basura y hace macartismo con los feriantes vaquereños. Contrariamente los diputados provinciales se cargaron la agenda política al hombro, y dieron un gran paso al frente.

 

Prof. Rodolfo Bayer

El primer día de la semana es el domingo, aunque todos sentimos que los siete días arrancan el lunes. Por eso la fe judía descansa el sábado, que en realidad es el séptimo. El que Dios dispuso, luego de crear el mundo. Por ello se puede afirmar que la semana política de Salta arrancó con todo, el domingo pasado a última hora, cuando el gobernador cargó la mochila del Covid-19 a los intendentes, tras cuatro meses de remar solo la responsabilidad política de la pandemia. Los sesenta caciques asumidos en diciembre hasta ahora, solo habían guardado el cauto silencio, propio del político pueblerino que cuida sus votos, aun a costa de esconder el lomo. Esta actitud silvestre de supervivencia electoral (pensando en el 2021) llevó a algún que otro jefe comunal a cerrar sus fronteras al turismo interno. La decisión municipal de cerrarse al turismo fue nada menos que desconocer la orden provincial, que había decretado la apertura al turismo, como forma de avanzar de fase en la cuarentena nacional. Es decir, desconocer al gobierno que encabeza el propio Gustavo Sáenz. Una ingratitud con el mismo hombre que días atrás le salvó los porotos al grueso de esos líderes, a la hora de pagar el medio aguinaldo.

El fin de semana la situación terminó de fermentar. El Gobernador a última hora del primer día (el domingo) arrancó la semana política, con un cambio radical. Y lo anunció ante las cámaras, aunque la población en general, solo atendía otra parte del discurso oficial. El ciudadano salteño, esperaba conocer de quienes anunciaron las medidas, justamente eso: las medidas sobre su vida diaria. Permisos de circulación, DNI, clases, bondis, comercios, misas, reuniones familiares, etc. Sin embargo, el anuncio institucional profundo en las responsabilidades ante la pandemia, fue el compartir las decisiones a cada uno de esos 60 intendentes, conservando una suerte de veto soft para la Provincia. Esta última palabra se conocerá a través del COE central, comandado por Matías Posadas. Una suerte de háganse cargo, decidan y vemos. Basta de no poner la carita.

Los caciques, nucleados en el Foro de Intendentes lejos de aguantar el golpe, y acompañar en la pandemia, se declararon “asustados”. Gobernar no es para timoratos, por eso Sáenz luego de remar solo estos 120 días, pateó la lógica de los intendentes escondidos, y los metió a la mesa de las decisiones territoriales. Y la respuesta tardo poco. Al tercer día el intendente de Vaqueros y presidente del Foro, Daniel Moreno, reconoció que hay temor entre los jefe comunales. Básicamente le temen al costo político de tener casos de coronavirus en sus territorios. Moreno consideró que se está viviendo una situación que los lleva a estar alertas todo el día por lo dinámico de la pandemia y los conduce a tomar decisiones sin saber qué es lo mejor. El mismo intendente vaquereño que arranca su tercer periodo, reconoció textualmente que los intendentes se asustan, sobre todo porque tienen la responsabilidad de gobernar para la gente, y ejemplificó que el día en que Vaqueros sumó el primer caso positivo, habló con 6 caciques de los 60, y exageró un poco al afirmar que también, habló con 10 mil vecinos. En un intento de explicar la rebeldía de los asustados mas graves, afirmó que no les sirve el turismo interno porque los dueños de los hoteles suele ser gente que no vive de esa actividad, mientras que aseguró que los artesanos no salen a la calle a vender por temor a contagiarse. Obviamente sus afirmaciones chocan con el reclamo de sus propios artesanos para que habilite la feria local (Mercado Vaquereño). La vallista Molinos fue el lugar donde los intendentes asustados trataron de darse valor unos a otros, para comenzar a hacerse también responsables de la realidad pandémica.

 

Tuti en línea, Indio sin conexión

La soledad provincial en la toma de decisiones que puso de manifiesto Gustavo Sáenz el domingo en cambio, parece haber despertado a los diputados provinciales, que esta semana concretaron una sesión histórica, a la altura de las circunstancias. Como todo hecho colectivo importante en la era de internet, siempre hay uno que se queda sin conexión. La sesión ordinaria del martes (el tercer día de la semana) fue la primera virtual de la historia provincial. A diferencia de los 60 caciques asustados, la sesión contó con 58 diputados presentes, sobre también 60 que componen la Cámara Baja. A través de la aplicación Zoom en su versión full (paga) la sesión se llevó adelante con toda normalidad legal y práctica. Todos los legisladores pudieron hacer uso de la tecnología, pese a lo anormal de la situación para cada uno de ellos, incluido el presidente del cuerpo, Esteban “tuti” Amat, quien aseguró su nombre en la historia al conducir las acciones en la primera sesión virtual. Se analizaron los proyectos y fueron votados con total normalidad, pantallas mediante. Los libros del futuro dirán, que esos dos proyectos de Ley y cuatro de declaración, fueron los primeros en ser aprobados virtualmente. De ellos, el mas importante fue la declaración de emergencia del sector turístico salteño, por el plazo de 180 días. La iniciativa fue aprobada por amplia mayoría, con la abstención de los diputados del PO, y Héctor Chibán de la U.C.R. La norma otorga beneficios para las actividades económicas relacionadas al turismo en todas sus ramas, la hotelería, la gastronomía y rent a car. Implican la exención del impuesto a las Actividades Económicas y a los Sellos hasta la finalización del ejercicio fiscal 2020, y la suspensión del cobro del permiso para la venta de bebidas alcohólicas, entre otros. Además, se destinará el 75 por ciento de lo recaudado en el impuesto a la Tómbola, para potenciar la actividad.

De toda la jornada, lo único bochornoso fue la intervención del diputado y ex presidente del cuerpo, Manuel “Indio” Godoy, quien repentinamente descubrió el perfil parasitario que EDESA muestra con el pueblo salteño. La situación circense del J.J.López del justicialismo (el DT que lo mandó a la B), se desató por un proyecto de Sebastián Otero (diputado por Metán), quien propuso ver “con agrado que el Gobierno de Salta gestione, a través de la empresa EDESA, la implementación de más lugares para el cobro de las boletas del servicio en el municipio San José de Metán”. Un proyecto del millón, pero con hondo sentido de Justicia Social para los metanenses que se amontonan a pagar la luz. El unipersonal de Godoy comenzó con un tajante: “No estoy dispuesto a votar un proyecto donde se le pida permiso a Edesa que ponga mas cajeros para cobrar (SIC)”. La frase -aun expresada en la lengua nativa del expresidente- adelantó que iría por la abstención, agregando luego que no tiene a la empresa eléctrica en su grupo y/ tribu: “Es increíble, eso es increíble, que a una empresa privada, que se aburrió de ganar guita, ahora le pidamos que ponga mas cajeros para cobrarle a la gente”. Sin vergüenza absoluta, estas palabras las dejaba asentadas para la historia, el mismo legislador que desde la presidencia del cuerpo y desde la banca del pueblo, fue protagonista hasta la complicidad del derrotero de estos últimos 20 años de EDESA. La sátira de último periodo encarada por el Indio, no pudo enlutar una sesión que construye este 2020 de pandemia. Esteban Amat y toda la Cámara estuvieron plantando bandera. Lo otro, fue nada mas que una escena triste, solitaria y final, protagonizada por un legislador que junto a José “Pepe” Alfieri, manejó la lapicera presupuestaria con premeditación, saña y alevosía. Hasta el último día de Romero fue romerista, hasta el último día de Urtubey fue urtubeicista, nunca cuestionó a la empresa eléctrica. Así fue Godoy. A decir verdad, hasta seis meses atrás, avaló y construyó todo lo que significan firmas como Banco Macro, o EDESA. Ya no resulta “increíble” que ese mismo hombre, albañil de esta Salta actual, ahora quiera convertirse al guevarismo express, y defender al pueblo de lo que él mismo privatizó. Hacía falta tanto reliverán, para apagar tanta nausea.

 

Negocios basura

Daniel Moreno suele ostentar un tono soberbio y altanero, tras ocho años al frente de Vaqueros. Estrena por estos meses su escalera al máximo poder conduciendo el Foro de Intendentes. Pero los cinco casos positivos que sumó su localidad en los últimos días, lo asusta más que el rio llevándole una plaza recién inaugurada. El intendente esta semana afirmó que los puesteros del Mercado Vaquereño quienes solo le pedían poder trabajar, son en realidad “una fuerza opositora a la intendencia”, y los criticó porno vender sus productos en el Museo Piedra del Molino. Además de convertir a sus artesanos en oposición, el jefe comunal tuvo pólvora para tirotear a la Capital con el tema residuos. Moreno cruzó palabras con Aroldo Tonini, Secretario de Ambiente de Salta, y adelantó que no pagará un peso por descargar la basura vaquereña en el vertedero San Javier, pese a que esté el mismo, enclavado en territorio capitalino y sea sólo costo para los capitalinos. “Hoy la basura ya no es basura, es materia prima y es un negocio muy importante. Estuve en Canadá hace tres años y es buenísima la basura. Si Salta nos cobra un canon, yo armo mi propia empresa, que ya la tengo, y ya la presenté al Gobierno de la Provincia. Ya hablé con gente de Buenos Aires que tiene empresas en todo el mundo y no nos cobran nada, nos arman la empresa y sólo nos piden una garantía. Nosotros cobraríamos por dejarles la basura”, dijo en un programa semanal, Daniel Moreno. Leído así, de corrido, parece una indagatoria.

 

 

Otro que Tire y Cobra

En apenas medio año, Manuel “Indio” Godoy no para de apuntarle a EDESA, como quien busca luz para el 2021, año electoral en que termina su mandato. La escénica oposición a las bocas de cobro en Metán que personificó el martes, tiene antecedentes este año. Por supuesto que recién descubre a la empresa eléctrica como un mal social. “Alguien del Gobierno debería ponerle los puntos. EDESA se aprovecha de los salteños”, decía Godoy en mayo pasado. Entonces criticaba a las autoridades de la firma y pedía que se convoque a sus gerentes a la Legislatura. Tan rudo estuvo entonces, que hasta Claudio Del Pla pensó en afiliarlo al PO. En mayo Godoy pedía explicaciones por las sobrefacturaciones que afectaron a miles de salteños, ahora se opone a bocas de cobro en Metán (lo que beneficiaría a la Doña Rosa metanense), porque la empresa “se aburrió de ganar plata”. ¿Godoy será un repatriado?