En esta semana hubo cambios en la estrategia para combatir el COVID 19. 
Se trata de instar a los gobiernos a no utilizar la cuarentena como principal medida para controlar la propagación del COVID-19, teniendo en cuenta el aumento de la pobreza que conlleva como consecuencia el aislamiento.
David Nabarro es uno de los seis asesores especiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)  que se está ocupando directamente de la pandemia.
En esta semana hubo cambios en la estrategia para combatir el COVID 19.
Se trata de instar a los gobiernos a no utilizar la cuarentena como principal medida para controlar la propagación del COVID-19, teniendo en cuenta el aumento de la pobreza que conlleva como consecuencia el aislamiento. «En la Organización Mundial de la Salud no abogamos por las cuarentenas como el principal medio de control de este virus”, explicó «El único motivo que justifica una cuarentena es ganar tiempo para reorganizar, reagrupar y reequilibrar los recursos y proteger a los trabajadores de la salud que están agotados. Pero en general, preferimos no hacerlo”.
El especialista explicó que los bloqueos tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar y es hacer que la gente pobre sea mucho más pobre.
Según Nabarro, el impacto económico en los países pequeños que dependen del turismo, como el Caribe o el Pacífico es muy grande, debido a la cancelación masiva de los viajes. Pasa lo mismo con las pérdidas de los pequeños agricultores en todo el mundo porque sus mercados han sido golpeados. Por eso, al igual que otras organizaciones internacionales, el experto alertó que la pobreza mundial podría duplicarse para el próximo año.
“Es muy posible que tengamos al menos una duplicación de la desnutrición infantil -agregó- porque los niños no reciben comidas en la escuela y sus padres, en familias pobres, no pueden pagarlo. En realidad, esta es una catástrofe global”.
Es por ello, que contrario a lo que muchos piensan, pidió a los líderes mundiales que “dejen de usar la cuarentena como su método de control principal” y los instó a desarrollar “mejores sistemas”.
Que trabajen juntos y aprendan unos de otros, pidió a los líderes mundiales, teniendo en cuenta las consecuenciaa de las cuarentenas.
Las declaraciones del representante de la OMS llegan en un momento en que varios países evalúan la imposición de nuevas restricciones ante la segunda ola de contagios y días después que más de dos mil médicos y epidemiólogos de todo el mundo emitieran una declaración en la que pidieron a las autoridades políticas evitar los confinamientos como respuesta ante la COVID-19, ya que los bloqueos «simplemente congelan el virus, no conducen a su eliminación”.
No es la primera vez que Nabarro advierte sobre los efectos adversos de las cuarentenas. En otro artículo el especialista abogó por que los gobiernos de todo el mundo encuentren un equilibrio entre las restricciones y la vida normal, refiriendose a la segunda ola en Europa. «Demasiadas restricciones dañan los medios de subsistencia de las personas y provocan resentimiento.
El mensaje del artículo es que las medidas de salud que implican una estricta higiene personal, la localización eficaz de los contactos y el aislamiento en caso de enfermedad son las medidas esenciales a tomar.
Esto significa eficientizar los servicios de prueba, rastreo, aislamiento y protección con métricas de rendimiento claramente justificadas.
El propio Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, describió en agosto los confinamientos como una solución no efectiva a largo plazo para ningún país. “No necesitamos elegir entre la salud y la economía. Esa es una falsa elección”, explicó.