El legislador macrista había calificado de “atorranta” a una fiscala. Llegó a La Nación por hablar de más. 

El pez por la boca muere. Martín Grande empezó su campaña electoral con el pie izquierdo: insultando a una fiscal, a la que trató de “atorranta”.

No cualquier fiscal: a la que lo llamó a declarar por una causa de corrupción, a la que pone contra las cuerdas a los policías torturadores de la provincia.

El repudio fue generalizado. Y ahora Grande se convirtió en noticia nacional: su exabrupto llegó al diario fundado por Mitre.

En diálogo con LA NACION, desde el Comité de Evaluación de Femicidios, Transfemicidios y Violencia de Género del Ministerio Público Fiscal de Salta expresaron su preocupación por el grave hecho. En esa línea, un comunicado emitido por el comité destaca que estas declaraciones son especialmente graves porque se trata de una provincia “severamente golpeada por la violencia de género en todas sus formas y con índices de femicidio de los más altos del país”.

Y agrega: “El diputado nacional no solo falta a la ética y demuestra su falta de formación en Derechos Humanos, en los derechos de las mujeres y en perspectiva de género, sino que -a pesar de ser legislador-, desconoce la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.

La nota de La Nación también critica al Ministro de Seguridad de Salta, por cruzar con animosidad a la fiscal de Derechos Humanos.