La cuestión del equilibrio es contrapuesta al vaivén o a la volatilidad, como lo concreto en relación a lo abstracto. La situación financiera de la provincia, por estos días ha sido caracterizada como si quedase “equilibrada” al finalizar la gestión actual, como igualmente urgida de alguna soga tendida para auxiliarla. En este último caso, de manera inmediata.
Juan Manuel Urtubey, como mandatario saliente, exigió este fin de semana a Casa Rosada que “devuelva” los fondos coparticipables, en sintonía con lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la nación. Esta determinación del máximo tribunal fue recurrida por Balcarce 50, ante lo cual sus integrantes emitieron una nueva resolución a favor de las provincias.
JMU evaluó que el macrismo “no puede tomar recursos que no son propios, por más loable que sea el objetivo, y eso es lo que pasó con la decisión del Gobierno más allá de la decisión de fondo”, le dijo a diario El Tribuno. De esta devolución dependerá la suerte de la gestión venidera, ya sea que le toque suceder en el Ejecutivo al FdeT, al saenzismo, al olmedismo o al Frente de Izquierda. Otro tanto, en relación a los $ 1.447 millones capturados en la cesación de pagos selectiva que anunció Balcarce 50.
Al realizar una proyección hacia después del 10 de diciembre, Urtubey ponderó a Salta como uno de los distritos que han mantenido a lo largo de las últimas tres décadas y media una continuidad en el aspecto institucional. Es decir, un mandatario provincial con entrega del mando a su sucesor. En este plano, confió en que dicha tradición se mantenga y que el triunfador en los comicios del mes próximo tenga a mano “todas las herramientas para hacer las cosas bien”.
Finalmente, en materia del peso de la deuda en relación a lo producido cada año por Salta, JMU aseguró que tal ítem apenas llega al 6 % por lo cual nada habrá que temer, por parte de quien asuma el próximo 10 de diciembre.