Si bien el conductor parece entender que no es ilegal tener un pariente delincuente, aprovechó la ocasión para tirarle unos palos a Mashur Lapad.

Son interesantes las derivas del caso por el cual fueron detenidos Juan Lapad y Sergio Lapad. Hermano y sobrino, respectivamente, del senador, Mashur.
Una de esas derivas tiene que ver con el uso político del caso. Está claro que a falta de logros propios, el que vio la posibilidad de salir a pegar es el conductor radial y diputado nacional, Martín Grande.
Analicemos ese editorial, el cual, dicho sea de paso, aún escrito por alguien que se acabara de fumar los 29 kilos de faso que contrabandeaba la parentela Mashur, no hubiera salido tan insípido y torpe.
Grande tiró frases como “la comunidad ve muy normal la relación de la política con los narco delincuentes”.
También: “pareciera que el ciudadano empieza considerar normal la relación, políticos y narcotráfico”, dijo el ahora político.
La editorial concluye: “Los familiares de políticos se relacionan con el narcotráfico porque sienten que hay “IMPUNIDAD”, creyendo que la impunidad del funcionario también es de ellos. En algún lugar lo político con el narcotráfico se juntan, la historia así lo afirma y Mashur Lapad está cobrando lo que tiene que cobrar porque su familia lo metió en este brete”.
Lo curioso es que lo dice alguien que se moría por ser político. Y lo raro es que está claro que no se moría por llegar a ser Diputado para hacer leyes, ya que en el Congreso se la pasó rascándose a cuatro manos.
La justicia debe investigar a fondo a esta banda delictiva. Que un político, como Grande, trate de sacar réditos, sólo termina dándole la razón a Mashur.