La Nación en su edición papel del día de ayer hace mención a la situación de Salvador Mazza. En un artículo titulado «Las grietas de la política por donde se filtra el narcotráfico», señala los vínculos políticos de las bandas narcos que tantas veces comentamos desde nuestra paginas.
Lo novedoso del articulo no son los datos. Lo novedoso es que un diario de la talla de La Nación, publique tremendos datos para todo el país y los círculos que siguen la situación social y política.
La Nación, con la firma de Germán de los Santos, al momento de hablar de Salvador Mazza señala:
“Itatí, en Corrientes, y Salvador Mazza, en Salta, son dos pueblos de frontera separados por 1100 kilómetros, con climas y geografías muy diferentes. Pero hay algo que los une desde hace años. El narcotráfico se transformó en una herramienta de financiamiento de la política y se metió por las grietas y las debilidades del Estado, en esas zonas donde permanecen intactas desde hace décadas las maquinarias del clientelismo político».
Sobre el intendente Mendez dice:»La semana pasada fue detenido en Tucumán Jesús Méndez, hermano de Enrique, intendente de Salvador Mazza, junto con parte de su banda con 6 kilos y medio de cocaína y armas. El futuro del jefe comunal peronista está complicado. Hace unos meses, el concejal salteño prófugo Mauricio Gerónimo (Frente Grande, aliado al Frente para la Victoria), difundió un video desde la clandestinidad -se sospecha que está en Bolivia- en la que dice que es un preso político. Lo mismo dijo el intendente de Itatí, Natividad Roger Terán, cuando fue detenido en Corrientes en un megaoperativo dispuesto por el juez federal Sergio Torres, llamado Sapucay, que desarticuló tres bandas que actuaban con complicidad de las autoridades y de las fuerzas de seguridad federales y provinciales para convertir a la ciudad de la Virgen en la puerta de entrada de la marihuana que se produce en Paraguay».
Y agrega: «Gerónimo fue imputado junto con dos hermanos de liderar una banda que se dedicaba a buscar campos para bombardear con bolsas de cocaína boliviana que luego eran transportadas a Buenos Aires. «Con un viajecito me pago la campaña a intendente», dijo el edil, luego de ser elegido en 2015. Gerónimo era dueño de un local de venta de teléfonos celulares y vendía chips, algo vital para las comunicaciones de los narcos en esa zona. Lo que sorprendió es que el concejal tenía a su nombre 112 líneas de celulares. Las bolsas de cocaína que arrojaban desde avionetas en campos de Metán y Anta contenían panes con la letra W».
«Esa marca es un sello de calidad de la droga y pertenece a la cocaína que produce el empresario boliviano ligado al negocio de los hidrocarburos Wilson Maldonado Balderrama.
La carga que despacharon los hermanos Gerónimo -según la investigación de Procunar- pertenecía a otro hombre del peronismo salteño, el fallecido diputado Ernesto Aparicio, exsocio del llamado dueño de la frontera Delfín Castedo, quien tras permanecer diez años prófugo fue detenido hace poco más de un año en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires.
Las espaldas de Castedo eran custodiadas por Aparicio, alias «Gordo», y el exjuez federal de Orán Raúl Reynoso, quien pasó de ser un modelo de lucha contra el narcotráfico presentado por Cristina Kirchner a estar detenido y procesado por recibir coimas de los narcos argentinos y bolivianos”.