“Crisis y Caos», lo que sucedió no tiene precedentes. Oficiales desenfundando armas. Legisladores poniéndose máscaras de gas. Manifestantes rompiendo ventanas. ¿Todo por qué? Porque Donald Trump insiste en que ganó las elecciones, por las buenas o por las malas.
En el gran edificio del Capitolio de Estados Unidos, ocurrieron escenas similares a un golpe de estado. El glamour no quedó afuera, los simpatizantes de Trump, con sus gorros rojos de la campaña, ondeaban sus banderas azules, mientras irrumpían en el edificio y avanzaban derecho a la cámara de debates. Guardias de seguridad, vestidos de civil, apuntando con pistolas a través de la ventana rota de una puerta para evitar que entrara más gente, escena que vimos en más de una película en la que rusos, orientales o árabes eran los malos.
Los manifestantes entraban tan rápidamente como salían los miembros del Congreso. Algunos se tomaban fotografías ocupando burlonamente los escritorios de mayor poder.
Ante esta situación, Muriel Bowser, alcaldesa de Washington, declaró toque de queda desde las 6 de la tarde y varios edificios de oficinas del Congreso de Estados Unidos fueron evacuados. La Guardia Nacional protegía el emblemático edificio, antes, uno de los más seguros del planeta.
Para completar el cuadro, comenzó a correr la versión de que dentro del Capitolio se escucharon tiros, lo que rápidamente se confirmó. Los responsables de seguridad de la Cámara y la policía del Capitolio apuntaban sus armas a los manifestantes que golpeaban la puerta principal de la Cámara. “Se nos ha indicado que nos tumbemos en el suelo y nos pongamos máscaras antigás”, decían algunos legisladores que no lograron salir.
El Congreso de Estados Unidos suspendió de emergencia la sesión destinada a certificar la victoria electoral de Joe Biden. La policía ordenó abandonar el edificio después de que Trump pidiera a sus seguidores que se manifestaran en contra de la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre.
Donald Trump lanzó este miércoles un intento de último minuto para revertir su derrota electoral, antes de que el Congreso iniciara la certificación de la victoria de Joe Biden, para eso reunió a miles de partidarios afuera de la Casa Blanca momentos antes de que el Congreso se reuniera, esperando que esta vez, se anulen los resultados. Reprendió a los republicanos “débiles” que planeaban votar por la certificación y presionó al vicepresidente Mike Pence, quien preside la sesión. “Nunca nos rendiremos. Nunca concederemos”, dijo Trump bajo un cielo cargado de nubes a la multitud que lo vitoreaba. “Espero que Mike tenga el coraje de hacer lo que tiene que hacer”, dijo denunciando las elecciones estadounidenses como menos honestas que las de “los países del Tercer Mundo”. Mientras hablaba, el Congreso iniciaba la sesión, Pence, obedientemente leal a Trump durante cuatro años y callado desde las elecciones, dijo que no intervendría. “La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”.
Era poco probable que Trump logre revertir la certificación, ya que los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes. Pero más de 100 miembros republicanos de la Cámara Baja y al menos una docena de senadores republicanos habían dicho que preveían presentar objeciones. Y al inicio de la sesión, republicanos objetaron la victoria de Biden en Arizona, retrasando la certificación de resultados.
La sesión conjunta del Congreso tuvo lugar un día después de la segunda vuelta de la elección senatorial en Georgia, donde según las proyecciones, los candidatos demócratas desbancarían a los republicanos en el poder. De confirmarse el triunfo demócrata, el Senado, actualmente controlado por los republicanos, quedaría dividido 50-50 y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris tendría el voto del desempate.
Biden asumirá el 20 de enero, y el control de ambas cámaras del Congreso le permitiría impulsar su agenda legislativa. “Después de los últimos cuatro años, después de las elecciones, y después de los procedimientos de certificación electoral de hoy en el Capitolio, es hora de dar vuelta la página”, dijo en un comunicado.