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El “Cuchi” vive, pero no en su tierra

Pablo Márquez, músico salteño al que un sello alemán le editó un disco dedicado al “Cuchi” Leguizamón y que presentara en diez provincias, no lo hará en Salta. La Secretaría de Cultura le cobró $10.000 de alquiler por una sala que Márquez decidió costear personalmente aunque por “error” le levantaron la presentación.

La Carta Abierta está fechada el 20 de octubre y dirigida al profesor Sergio Bravo. A continuación la transcribimos íntegramente:

“Esta carta abierta tiene como objetivo  poner a consideración pública un hecho que los salteños tienen derecho a conocer y que me parece que pone en evidencia un disfuncionamiento patente y alarmante de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, administración que está bajo su responsabilidad.

En enero de 2015 saldrá editado por el prestigioso sello alemán ECM mi próximo disco solista, dedicado al compositor más emblemático que ha dado Salta, Gustavo “Cuchi” Leguizamón.

Como parte de la promoción estoy realizando una gira nacional que me ha llevado ya a través de 5 provincias y que se continuará hasta fin de mes totalizando 9 conciertos más una conferencia en la Universidad Nacional de Rosario sobre la obra de Cuchi Leguizamón.  Dentro de este contexto, y con toda lógica, me parecía especialmente importante presentar el disco en Salta, la tierra del propio Cuchi Leguizamón así como el lugar donde he crecido y realizado mis primeros pasos con la música. Este concierto en Salta era el décimo de la gira pero resultó ser un concierto abortado por la administración bajo su cargo.

Como es de público conocimiento, el año pasado he dirigido tres conciertos de la Orquesta Juvenil de Salta. Como positiva consecuencia de dicha colaboración, su directora administrativa, la Sra. Delia Raquel Wayar me cedió amablemente una de las fechas reservadas para la orquesta en el Teatro Provincial y hacia fines de mayo se fijó la fecha del 23 de octubre. Luego, por vaya a saber qué mecanismos internos de su administración –que no objeto-, resultó que para poder utilizar la sala debía abonar un alquiler de 10.000 pesos. Considerando que se trataría de un concierto promocional yo estaba dispuesto a financiar ese gasto, pero la Sra. Wayar me propuso hacer una nota dirigida a Ud. para pedirle el auspicio del Instituto de música y Danza con el fin de reducir costos, nota que fue entregada el 11 de septiembre y por la que no he recibido hasta el momento ninguna contestación oficial.

Desde entonces la única información que tuve, el pasado 26 de septiembre, a través de la Sra. Wayar, es que me habían sacado la fecha. Motivo aludido: como ya había tocado como solista con la Orquesta Sinfónica el 4 de septiembre (un concierto organizado por Mozarteum) el Señor Miguel Dallacaminá pensó que se trataba de un “error” en la programación y me sacó la fecha.

Sin querer poner en relieve mis propios méritos, es realmente una pena por el Cuchi (que ya fue censurado en más de una ocasión –pienso en su famosa grabación de 1966-) y por el público de Salta, que no merece ser privado de su música.  Mi nuevo disco se habrá presentado en buena parte del país salvo en Salta. De más está decir que la decisión de no darle al Cuchi la posibilidad de recibir un homenaje en la principal sala de la Provincia es un hecho absolutamente incomprensible y vergonzante a los ojos de las numerosas personalidades de la cultura nacional e internacional que se han solidarizado conmigo a través de diferentes medios.

Este hecho se suma a la larga lista de maltratos sistemáticos por parte de la Secretaría de Cultura durante todos estos años: concierto con la Sinfónica anulado sin ni siquiera recibir un pedido de disculpa, propuestas que tuvieron repercusión nacional excepto en Salta, un disco anterior dedicado a compositores salteños que también fue presentado en todo el mundo excepto en Salta…

Normalmente no acostumbro ocupar el lugar de la víctima, pero éste es un hecho que colma el vaso de mi paciencia. No creo que existan muchos artistas con cierto reconocimiento internacional que hayan trabajado tanto para la difusión de la cultura salteña en el mundo. Me  parece que no me merezco semejante tratamiento por parte de las autoridades culturales de turno.

Le pido, Sr. Secretario de Cultura, que responda públicamente por qué motivos se me ha denegado la utilización del Teatro Provincial para homenajear al Cuchi Leguizamón y presentar mi último disco. Asimismo, si se me “sacó” la fecha “por error”, ¿por qué razón no se reparó dicho error dándole prioridad a un evento que ya estaba programado desde fines de mayo?»