Mirta Noemí Mejías preside la Fundación Nacimiento. En diálogo con Cuarto Poder relató cómo es llevar adelante programas de educación superior, sanidad, asistencia y acompañamiento en caso de  violencia de género para los que más necesitan. (Stephanie Tiemersma)

La Fundación Nacimiento funciona desde 2002 y está a cargo de la Licenciada Mirta Noemí Mejías. Es una entidad de bien público que no recibe subsidios nacionales, provinciales, municipales ni privados “creemos que los subsidios son espejismos, las fundaciones se confían en que los van a tener siempre. Por eso si uno quiere mantenerse en el tiempo como institución tiene que crear un régimen de autosustentatibilidad”, explica Mejías, quien dice que como éstas entidades no tienen que grabar impuestos, se les cobra un monto mínimo a los integrantes para poder seguir manteniéndola en pie. Los objetivos son sociales, culturales, educativos y sanitarios.

En el nivel educativo el plan consiste en hacer estudiar a los jóvenes una carrera corta como asistente de farmacia, de nutrición, de cardiología, entre otros. De este modo ellos están en contacto con lo que les gusta y, además, con el trabajo pueden costearse la carrera universitaria.

Cuentan con 36 capacitaciones en el área de salud, educación, turismo, deporte. Las capacitaciones duran un año. Los programas están armados por licenciados en ciencias de la educación y por los profesionales que exija el rubro. Al terminar se hace una pasantía mínima de un mes y máxima de tres meses en donde ellos pueden poner en la práctica todo lo que  aprendieron. La mayoría termina trabajando en el lugar donde hizo la pasantía.

La Fundación está registrada en el Ministerio de Gobierno, en el de Justicia y en el de Trabajo (Decreto 180/02 y 166/03) por lo que los alumnos pueden percibir planes sociales como progresar.

Estuvieron en Jujuy, Santiago del Estero y actualmente en Salta. “Teníamos un coordinador que era el representante legal  de Salta en Santiago y así nos conectábamos. De vez en cuando venía la licenciada a ver cómo estaban las cosas. Los chicos aprendieron mucho acá con este sistema educativo” nos dijo Máximo Juárez, profesor de la Fundación en Santiago del Estero.

Durmiendo en la calle

Este organismo también trabaja en el área médica. Se abona un mínimo y ese dinero es el que se le paga al profesional que hace la práctica. Hay muchos ingresantes de la Policía, Ejército o Gendarmería que quedan en el camino porque los estudios son muy costosos y no los pueden pagar. Un ejemplo de esto es Fátima Cuellar cuyo sueño era ser policía y así tener un futuro mejor. Ella es de Antilla, un pueblo ubicado a 60 kilómetros de Rosario de la Frontera,  y viajó a Salta capital para hacerse los estudios  médicos para poder entrar en la Fuerza. Tuvo que dormir junto con otra chica en la Terminal pues no tenía dónde alojarse. Es alto el caudal de jóvenes del interior que vienen a probar suerte a la capital y algunos terminan en esta situación. La Fundación le dio un alojamiento a Fátima para que se puediera hacer los estudios pues la primera vez le salieron mal a causa de los días pasados durmiendo a la intemperie y comiendo inadecuadamente. “Yo les diría a las chicas que pasan por lo mismo que yo que no se queden en el camino y más viviendo en un campo donde no hay nada. Que salgan a realizar sus sueños” dijo la futura policía a Cuarto Poder.

“Yo a mis profesionales les pido que cobren el mínimo para que lo que reste esté en manos del paciente. Este les paga pero es una cuota pequeña y eso es medicina social” dijo Marta quien ofrece la ayuda de la institución como salida al problema de los hospitales públicos. Son conocidas por todos las deficiencias en la salud pública salteña. Hay que hacer una cola desde las tres de la mañana para sacar un turno de acá a tres meses porque no dan abasto.

En la Fundación también se hacen campañas de prevención de enfermedades en el interior de Salta, en zonas inhóspitas,  donde no puede llegar el hospital. Este siempre está en los centros de las ciudades pues allí se concentra la mayor cantidad de gente.

Contra la violencia

Otra área en la que se desarrolla la Fundación es en la asistencia y acompañamiento de mujeres que son víctimas de violencia de género. Las ayudan psicológicamente y las asisten en los trámites que hay que hacer en el Ministerio Público. En caso de violencia deben llamar al 6090585.

Cuando la mujer va a hacer sola la denuncia a la comisaría, esta debe llegar a la OVIF y ahí toman asistencia social distintos profesionales que luego van a citarla desde diferentes juzgados. Es un trámite extremadamente largo. “Hay mujeres que perdieron el trabajo por pedir permiso para solucionar sus problemas y además tienen que volver al lugar donde fueron golpeadas porque no tienen a dónde ir. Nosotras las acompañamos a agilizar todo el proceso de citaciones. También buscamos apoyar a los jóvenes que quieren un futuro mejor y a la gente que necesita asistencia médica pues está enferma” concluyó la licenciada.