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El combustible arde en la Argentina

Por José Veronelli 

Los precios de todo siguen subiendo en ascensor o incluso hasta en silla voladora, mientras que los salarios argentinos están en el subsuelo y sin esperanzas a corto plazo de recuperarse. Los aumentos sucesivos en los combustibles están empujando los precios reales y futuros y se prevé una grave crisis energética.

El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina viene experimentando variaciones fuertes en los últimos años. En 2022, se estimaba que ascendía a los 630 mil millones de dólares. El PBI es un indicador clave para observar la actividad económica de un país y su evolución es útil para comprender el desempeño y la situación económica de este país.

 

En la información disponible se destaca que el Producto Interno Bruto (PBI) en el segundo trimestre de 2023 experimentó un descenso del 2,8% con respecto al primer trimestre del mismo año. Además, se menciona que la cifra del PBI en el tercer trimestre de 2023 fue de 148.877 millones de euros, situando a Argentina como la economía número 21 en el ranking mundial.

 

El combustible se produce a través de un proceso de refinación del petróleo crudo. Este proceso implica la separación y purificación de los componentes del petróleo crudo, como el gas, el diesel, el queroseno y la gasolina. El petróleo crudo se calienta y se somete a un proceso de destilación fraccionada para separar estos componentes en función de sus puntos de ebullición. Una vez separados, los componentes se someten a procesos adicionales, como la reformación catalítica y la hidrodesulfuración, para mejorar su calidad y rendimiento. Finalmente, se agregan aditivos para mejorar ciertas propiedades del combustible.

 

Existen diferentes tipos de combustibles como la gasolina sin plomo, el diesel y biocombustibles como el etanol. Cada uno de ellos tiene un proceso de producción específico y se elaboran en las refinerías argentinas. La producción de petróleo es central para la logística y economía argentina. Nuestro país cuenta con reservas de petróleo, gas natural y la industria petrolera desempeña un papel importante en la generación de ingresos, abastecimiento energético y también contribuye con dólares al PBI.

 

La producción de petróleo en Argentina tiene impacto en varios aspectos, como la balanza comercial, la inversión en infraestructura energética, el empleo y el desarrollo regional. Además, el petróleo es una fuente crucial de energía para el país y su producción nacional contribuye al abastecimiento y seguridad energética. Es importante señalar que a partir de noviembre de 2023 la producción de petróleo y su impacto económico están atados a factores como los precios internacionales del petróleo, las políticas energéticas antinacionales, la inversión en exploración y extracción, entre otros.

 

La producción de petróleo representa una fuente importante de divisas para Argentina. Las exportaciones de petróleo y sus derivados contribuyen significativamente a la generación de ingresos en moneda extranjera para el país. Estas divisas provenientes de las exportaciones de petróleo son fundamentales para la balanza comercial y la estabilidad económica ya que ayudan a financiar importaciones, a pagar deuda externa y a respaldar las reservas.

 

para el gobierno actual el valor de las exportaciones de petróleo está influenciado por factores como los precios internacionales del petróleo, la demanda global, los costos de producción y logística, así como las políticas comerciales y fiscales relacionadas con el sector petrolero. Dada su importancia como fuente de divisas, el desempeño de la industria petrolera y las exportaciones de petróleo son temas relevantes en este contexto económico y comercial de Argentina.

 

Aquí se produce combustible a través de sus refinerías de petróleo crudo. El país cuenta con varias refinerías distribuidas en diferentes regiones, y estas son responsables de procesar el petróleo crudo para producir una variedad de combustibles, incluyendo gasolina, diesel y otros productos derivados del petróleo. Argentina es un país con una industria petrolera bien establecida, y la producción de combustible es una parte importante de su economía. La producción de combustible en Argentina abastece tanto la demanda interna como la exportación a otros países.

 

Además, Argentina también ha incursionado en la producción de biocombustibles, como el biodiesel y el bioetanol como parte de sus esfuerzos por diversificar su matriz energética y promover fuentes de energía renovable. Todo en el marco del derrumbado acuerdo de París.

 

Argentina cuenta con reservas de petróleo. Según datos disponibles, en petróleo no convencional, cuenta con reservas de 27.000 millones de barriles, lo que la coloca en cuarto lugar a nivel mundial. En términos de reservas comprobadas, probables y posibles, así como recursos de petróleo y gas, Argentina tiene una presencia significativa. Estas reservas son una parte importante de la industria petrolera del país y contribuyen a su producción de combustible y su posición en el mercado energético global. La explotación y gestión de estas reservas son aspectos clave para la economía y la política energética de Argentina.

 

Vaca Muerta es el área de yacimientos de petróleo y gas no convencionales más importante de Argentina. Se encuentra en la cuenca Neuquina y es una de las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo. La explotación de Vaca Muerta ha sido un foco importante para el desarrollo energético de Argentina, ya que se estima que la formación alberga grandes cantidades de petróleo y gas no convencionales. La producción en Vaca Muerta contribuye significativamente a la producción nacional de petróleo y gas, así como a los esfuerzos del país para reducir su dependencia de las importaciones energéticas.

 

La explotación de Vaca Muerta ha sido un tema clave en el ámbito económico y energético de Argentina y ha generado interés tanto a nivel nacional como internacional. Vaca Muerta ha representado un ingreso significativo en millones de dólares para Argentina. Se estima que el potencial del sector energético asociado a Vaca Muerta ha generado ingresos millonarios para el país. Las liquidaciones por concepto de Vaca Muerta podrían alcanzar cifras cercanas a los 1200 millones de dólares.

 

Además, se ha mencionado que la producción de petróleo y gas en Vaca Muerta ha contribuido a un superávit comercial total del país, con ahorros importantes en importaciones de energía que podrían llegar a los 4100 millones de dólares solo en 2023. Estos datos reflejan el impacto económico positivo que tiene la explotación de Vaca Muerta en Argentina, tanto en términos de ingresos generados como en la reducción de la dependencia energética del país.

 

Todo lo antes dicho podría alcanzar para entender que el combustible en Argentina no debería ser un bien suntuoso debido a la capacidad de autoabastecerse y por lo tanto un costo de producción en pesos argentinos. Sin embargo, las “actualizaciones” sobre los precios y los impuestos del combustible tiene en jaque a toda la cadena de producción y distribución de mercadería del país.

 

En los últimos 60 días el precio del litro de combustible convencional ha pasado de los $350 a los $900 sin escalas. La política de Shock es evidente y sostenida en todas las dimensiones del Estado a partir de la victoria en segunda vuelta de Milei como presidente. Luego del 19 de noviembre del año pasado el timón fue forzado a girar hacia la derecha en términos político-económicos dejando un tendal de víctimas de tales políticas.

 

El panorama para la política energética en su integralidad es complejo, inestable y está poniendo en crisis a todo el sistema de logística, distribución y abastecimiento. No solo porque cada vez que se retoca el precio de los combustibles se traslada a precios, sino porque el ancla arrojada sobre el salario argentino cada día está arrastrando a la pobreza e indigencia a miles de argentinos.