Se observa en una filmación de las cámaras de seguridad del 911 cómo un sujeto en actitud sospechosa intenta sustraer una billetera, pero luego una luz aparece de la nada y se lo lleva.

Se ha establecido un arduo debate entre los opinólogos de siempre y expertos ufólogos, analistas de video y la sociedad de proctología salteña. Hasta ahora nadie puede ponerse de acuerdo en lo que las imágenes muestran claramente: un sujeto es abducido en plena avenida San Martín mientras le intentaba robar la billetera a una persona que dormía en la parada del colectivo de la línea LGBT.

En el preciso momento en el que el caco intenta sustraer las pertenencias del durmiente, una luz verde aparece de la nada misma y cual destello extraterrestre, el ladrón desaparece de la escena.

Una de las versiones indicaría que se trata de un dispositivo alienígena más pequeño que los conocidos platos voladores, mientras que otros sostienen que estamos ante una ruptura espaciotemporal del entramado tridismensional que conocemos como realidad y en realidad -valga la redundancia- el caco no habría sido secuestrado por extraterrestres deseosos de introducirle una sonda por el ano, sino que habría pasado a otra dimensión, evadiendo así a la ley.

Una tercera, pero no por ello menos certera, teoría, indicaría que sólo fue la luz de un colectivo de la línea 6b que justo cruzaba en el momento que la velocidad del malhechor se hace tal que pasados un par de fotogramas ya no le vemos ni la sombra. Evadiendo así, las cámaras, y por ende la ley.

Se ha mandado a analizar la cinta, y cuando los resultados sean concluyentes, ahí estaremos para informarlos.