Los empresarios están divididos a la hora de otorgar el bono de fin de año. Si bien reconocen que la economía empieza a mostrar “brotes verdes”, hay sectores que aún están golpeados por la recesión. Otros, como los bancos parecen más aliviados.

El escenario de crisis económica que atraviesa la Argentina, con un primer semestre drástico para muchos sectores en términos de actividad, condiciona la posibilidad de que todo el sector privado otorgue un bono de fin de año en compensación por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Ni siquiera en un contexto en el que ya comenzaron a visualizarse los primeros brotes verdes que anticipan una fuerte recuperación en 2017.

De todas maneras, muchos sectores están dispuestos a acompañar el pedido de la CGT -en la reunión convocada para el miércoles se discutirá este reclamo- y también son varias las compañías que otorgan todos los años un plus navideño como política empresaria y que volverán a hacerlo este diciembre.

Consultados empresarios de varios sectores en el marco del 52º Coloquio de IDEA, que comenzó anoche en el hotel Sheraton de esta ciudad, quedó de manifiesto que hay fuertes divisiones en el sector privado sobre el pago del bono, basadas especialmente en el tamaño de la empresa y en la evolución que tuvo cada actividad durante 2016.

El sector de bebidas, por ejemplo, tuvo una fuerte caída en las ventas -del orden del 10%- y no está en condiciones de afrontar el pago de una suma fija a fin de año. Fuentes de Quilmes descartaron esta posibilidad y enfatizaron que la política de negociación debe enmarcarse dentro de la negociación paritaria. El titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, insistió en los últimos días en que «la negociación debe realizarse sector por sector» y que «cualquier alternativa de bono no puede llegar impuesta al sector privado, dado que alteraría lo convenido en paritarias porque significaría mayores costos». Se refirió así a la intención del sindicalismo de pedir un compromiso general de todo el sector privado de fijar un piso de $ 2000.

Desde el sector de línea blanca y electrónica, el CEO de Newsan, Luis Galli, se mostró predispuesto a «acatar lo que diga el Gobierno» y sostuvo que la mayoría de las empresas otorga un bono a fin de año. A diferencia de lo que creen otros, el empresario consideró que «cuanto más necesidades tenga la gente más debería pensarse en el plus», si bien su sector atravesó un primer semestre muy malo en materia de ventas y la incipiente recuperación registrada entre fines de agosto y septiembre no son suficientes para considerarlo tendencia», agregó.

Por su parte, Oscar Andreani, del grupo logístico que lleva su nombre, se mostró optimista respecto del cierre de 2016 y también de la posibilidad de pagar un plus salarial a sus trabajadores. «Siempre lo hemos dado. Será una negociación entre empresarios y sindicatos», agregó.

Desde el supermercadismo, aseguraron que esperarán el cierre de la paritaria de Comercio que está negociando para los próximos seis meses, y que incluirá una suma fija no remunerativa. Incluso, desde la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) habían anticipado que la oferta empresaria para el período octubre-abril fue de 15% más un plus de $ 2000. Y la Cámara Argentina de Comercio (CAC) está en la misma línea.

La industria aceitera cerró una de las mejores paritarias, con un aumento del 38% anual. Sin embargo, los trabajadores del rubro saben que es un sector con muy buena rentabilidad, por lo que ya transmitieron sus intenciones de pedir reapertura de paritarias y negociar un bono navideño. Consultadas fuentes de Cargill, afirmaron que aún no está tomada la decisión, en tanto que desde Molinos explicaron que es la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) la encargada de negociar el plus para todas las empresas.

En el caso de la industria farmacéutica, está en condiciones de afrontar este pago por única vez, así como también la industria automotriz, aún en un contexto de fuerte caída de la actividad este año producto de la recesión brasileña.

Los bancos, en tanto, también pagan todos los años un bono de fin de año. Fuentes del sector consultadas aclararon que «no es un problema que afecte a las empresas» y que el sector ya tiene acordado un extra por el Día del Bancario (6 de noviembre) en torno a los $ 15.000, además de que cada banco dispone de una política de bonificación a sus trabajadores ajustado a los resultados y la productividad, que se paga a principios del año siguiente.

Fuente: El Cronista Comercial