Las empresas que construyen loteos privados metieron mano a las cañerías del pueblo. Nunca a los vecinos les había faltado tanto el agua. El intendente Daniel Moreno hace la vista gorda. La remoción de áridos tampoco es un problema menor.
Lucas Sorrentino
Abrir la canilla y que del grifo solo caigan unas gotitas. Encender el lavarropas y que no funcione, porque no ingresa líquido. Abrir la ducha a las apuradas antes de ir al trabajo y no poder bañarse. Esto les pasa cada vez a más personas y con mayor frecuencia en Vaqueros. El servicio nunca fue bueno en el municipio, pero se agravó desde hace tres meses, cuando empresas constructoras de loteos privados metieron mano a las cañerías para realizar una extensión hacia estas nuevas urbanizaciones. Algunos vecinos creen que no se hizo peor, sólo se hizo más evidente que los futuros habitantes tendrían un servicio que los viejos vecinos, que están ahí hace más de 20 años no tienen.
El concejal Rubén Yapura dijo a CUARTO PODER, que la construcción de nuevos cuatro loteos ha repercutido en el servicio de agua potable de muchos vaquereños.
Estos vecinos no entienden, además, por qué si ellos reclaman por el servicio desde hace años, los nuevos loteos -en especial los de Lares de la Inmaculada- ya tienen cañerías.
Las zonas altas de Vaqueros son las más perjudicadas. Allí hay vecinos que viven desde hace años, sin agua potable y sin cloacas. Luis García, uno de los vecinos que vive en la zona alta de Vaqueros desde el 2007, dijo a un medio local que en el 2010 empezaron a darse nuevos proyectos inmobiliarios de barrios privados, como el loteo de Las Vertientes, donde se cuenta con el suministro de agua.
Vaqueros es un pueblo que está rodeado de cuencas acuíferas, como los ríos Yacones, De las Nieves, Vaqueros y Wierna, por lo que García indicó que existen los recursos, pero hay «una desigualdad» en cuanto a su distribución.
Los vecinos dejaron en claro que no están en desacuerdo con la creación de nuevas viviendas, pero resaltan que «no nos han dado ningún tipo de solución con el correr de los años, para los radicados y nacidos en el pueblo».
El concejal Yapura recordó que en 2015 el intendente Daniel Moreno se había comprometido a terminar con esta problemática y ahora autorizó o por lo menos no hizo ningún intento por controlar cómo las constructoras privadas metieron mano a las cañerías del pueblo. Tampoco se sabe si Aguas del Norte dio algún permiso especial.
«El intendente en las últimas reuniones prometió que hará obras en etapas. Hace unos días se venció el plazo para reparar una cisterna, que también tiene que proveer agua a Vaqueros», dijo el edil.
«Se ha promovido la instalación de nuevas personas porque la misma municipalidad se encargó de abrir calles y proveer de luz», pero «fueron ellos mismos quienes también promovieron eso con el compromiso de traer agua para los vecinos», dijo un vecino.
Pero el agua no llega.
Algunos vecinos instalaron sus propios pozos de agua. Cavaron, 10, 12, 13 metros. La solución es transitoria y fallida: las napas se contaminan fácilmente porque tampoco cuentan con una red de saneamiento. El líquido cloacal se introduce en los pozos de agua.
Esto pone en riesgo la salud de los vecinos: a muchos no les queda otra que comprar bidones de agua para ingerir.
Otras de las acciones que deben hacer cuando el pozo ya no es seguro, es tener que acarrear agua desde la planta de la empresa Aguas del Norte, que se ubica en la zona.
Vaqueros es un pueblo rodeado de ríos. Y aún así hay vecinos que abren el grifo y sale líquido cloacal.
Problemas con los ripios
El concejal Rubén Yapura dijo que otro gran problema de los vaquereños es la extracción de áridos en el río. Generan contaminación sonora y ambiental, bajo el amparo municipal.
Hace cinco días, la Secretaría de Minería y Energía de la provincia le dio la razón a Yapura: optó por intimar y paralizar las obras de extracción de áridos en las márgenes del Río La Caldera tras verificar lo que los habitantes de los dos municipios del departamento La Caldera venían denunciando hace rato: unas seis empresas privadas y una municipal realizan extracciones y con esta acción están generando la contaminación del acuífero del que viven más de 200.000 personas de esas localidades.
En 2016 Moreno había avanzado con un acta acuerdo de extracción de áridos justamente en la denominada Zona de Exclusión de Aguas del Norte ubicada sobre el Río La Caldera, en donde le permitió a seis firmas privadas, a las que sumó una municipal, trabajar en polígonos demarcados, en un área cercana al margen del río.
La explotación descontrolada de áridos jamás tuvo una respuesta del intendente. Porque atrás de ese descontrol hay plata.