Pablo Pereyra, presidente de la Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta (AEPSA), comentó la realidad del sector que hoy se encuentra sin ayuda estatal y con la obligación de subir sus cuotas.
En diálogo con Nuevo Diario, Pablo Pereyra se refirió a la eliminación de la obligación de informar los aumentos de cuota a la Secretaría de Comercio de la Nación y expresó que lo importante es la información que le otorgan a las familias y, como declaración jurada, a la Dirección de Educación Privada del Ministerio de Educación de la Provincia.
Esta información, señaló, sirve para que el ministerio pueda calcular los aportes estatales a cada una de las instituciones. Sin embargo, los colegios nucleados en AEPSA hoy no tienen ningún de aporte, pero cumplen con la entrega de la información por «una cuestión de formalidad y requerimiento de la autoridad».
«Los valores de las cuotas van de las manos de las paritarias, entonces las familias siempre estaban en conocimiento de que cuando subían los sueldos de los docentes, teníamos que hacer un retoque de las cuotas. Eso era una normativa que estaba implícita», señaló.
Asimismo, indicó que los colegios están muy retrasados con el aumento de cuotas por varios motivos, incluyendo entre ellos la falta de continuidad del mínimo aporte estatal que habían logrado conseguir meses atrás. El mismo era un 15%.
«Hace cuatro meses que no tenemos novedades y en el sector nuestro, de los colegios no subvencionados laicos, está delicadísima la situación. Y ahora con estos nuevos incrementos salariales que se dan para enero, febrero y marzo, para nosotros es realmente algo imposible sostener, porque de enero y febrero no cobramos cuota», remarcó y comentó que el año pasado debieron abrir las instituciones antes para poder recaudar cierto dinero a fin de cumplir con los salarios.