EEEh!!!, profe Ta pasaooo

 

En la Universidad Católica de Salta, al parecer, hay un profesor de Filosofía tan comprometido con la formación integral de sus alumnas que no se limita a Platón ni a Santo Tomás. No señor: el docente en cuestión, cuya vocación pastoral parece incluir lo sensorial, anda compartiendo por privado el libro Vinculear. Prácticas para el buen sexo a sus estudiantes de primer año. Y como todo guía comprensivo, les ofrece además una tutoría personalizada… en un café. Por si hay dudas existenciales o, digamos, técnicas.

Uno podría pensar que se trata de un intento progresista de aggiornamento pedagógico. Al fin y al cabo, ¿quién no necesita un poco de Foucault con un toque de Cecilia Ce? Pero el problema no es el contenido del libro (que, dicho sea de paso, no forma parte del plan de estudios de Teología Moral), sino el canal elegido: privado, directo y, por qué no decirlo, sospechosamente entusiasta.

El asunto, claro, se vuelve aún más paradójico por el escenario: una universidad católica, donde uno espera que los profesores enseñen la doctrina social de la Iglesia antes que las posiciones del Kamasutra contemporáneo. Pero, ya se sabe, hay quienes confunden vocación docente con casting afectivo.

Así que acá estamos, viendo cómo el “acompañamiento académico” empieza a parecerse más a una estrategia de Tinder con bibliografía obligatoria. 

¿Pastoral universitaria o pastoreo personalizado?