Joe Biden, varón blanco de ojos azules y 77 años, ha ganado las elecciones estadounidenses y EEUU tendrá a la primera vicepresidenta afro-asiático-americana de la historia, Kamala Harris. Además anunció la creación del Consejo de Política de Género, similar al creado por Alberto Fernández.

A mediados de septiembre, la Agencia Sputnik publicó que varios internautas denunciaron a través de sus redes sociales que Twitter estaba eliminando unos vídeos donde el -por entonces- candidato a la presidencia de EEUU Joe Biden «aparentemente toca a las hijas y nietas de los legisladores del congreso mientras tomaban juramento». Eso obviamente fue negado por el propio Joe.

Biden ha apuntado al igual que el presidente argentino a políticas de género apenas asumido. Algo que sería imposible pensar en un mundo actual que cualquier gobierno que se posicione como “progresista” deje afuera de sus plataformas políticas. Al igual que en Argentina,
Biden, anunció la creación del Consejo de Política de Género en la Casa Blanca en procura de impulsar la igualdad de las mujeres y avanzar hacia su «plena inclusión» en la economía y sociedad norteamericana.

En un comunicado, el equipo de transición de Biden precisó que el consejo apunta específicamente a «guiar y coordinar las políticas gubernamentales que impactan en mujeres y niñas» y estará coliderado por la profesora de historia estadounidense Jennifer Klein y la abogada y diplomática Julissa Reynoso.

En cuanto al rol de Kamala Harris, ya The Politician una serie de televisión web de comedia dramática estadounidense la había anunciado. Ahora Harris tras haber sido aplaudida por sus elecciones estilísticas, en las que el apoyo a marcas emergentes, firmas nacionales y diseñadores activistas, eran bien vistas ha sorprendido por apostar por un traje de Dolce & Gabbana, la firma experta en polémicas y que ha sido acusada de racismo en diversas ocasiones.

Junto al de Harris, el rol asignado a la pediatra Rachel Levine como subsecretaria de Salud, convirtiéndola en la primera mujer trans que ocupa un cargo federal en Estados Unidos, son algunos de los gestos con los que Biden busca acercarse a las llamadas políticas de igualdad.

Frente a esas aparentes políticas y su guiño hacia las reivindicaciones feministas la supremacía de integrantes católicos en su gobierno constituye, de hecho, una novedad para los equipos de gestión en la historia del país. «Nunca ha habido una administración más católica en la historia de EE.UU.», dijo recientemente el Director del Centro Bernardin de la Unión Teológica Católica en Chicago.