A través de redes sociales, la propietaria de la peña «Casa Grande» criticó que todos los fines de semana se realicen controles de alcoholemia afuera del local. «Eso y clausurarnos es exactamente lo mismo», argumentó. La empresaria estuvo vinculada al vicegobernador Antonio Marocco.
Alejandra Arroyo, dueña de la peña «Casa Grande», se mostró indignada en redes sociales por la realización de controles de alcoholemia afuera de su local. En una serie de videos, denunció persecución contra su local gastronómico. El insólito reclamo toma relevancia si se tiene en cuenta que la empresaria fue pareja del vicegobernador, Antonio Marocco.
Si bien aclaró en reiteradas ocasiones que estaba a favor de los controles del alcoholemia, solicitó que se hagan en otros lugares donde también funcionan peñas, como el corredor Balcarce.
«¿Qué buscan, coima? No la voy a pagar», exclamó. «Estamos laburando como podemos y nos ponen un control a una cuadra. Eso y clausurarnos es exactamente lo mismo. Quiero que vean el despilfarro de los recursos del Estado en una calle donde no pasan autos».
En un segundo video, Arroyo se dirige hacia «La Casona del Molino» donde dialoga con un cuidacoches y corrobora que allí no se realizan controles de alcoholemia. Lo mismo ocurrió en inmediaciones de la peña «Locoto», en la plaza España.
«Tenemos mucho miedo»
En otro tramo de su denuncia, Arroyo deja preocupantes declaraciones y asegura que teme por su seguridad y la de su familia. «Yo tengo miedo que me pase algo a mí o que le pase algo a mi hijo. Que de repente salgan diciendo que vendemos droga o que aparezca droga en la cartera, porque sabemos que eso sucede en Salta. Tenemos mucho miedo».
«Señor ministro de Seguridad, no puede tener 30 policías en un sólo lugar cuando hay varias peñas en Salta», dijo para finalizar.