Uno es el que estaba como consigna y debía proteger a la mujer que murió. El otro intentó adulterar un documento de la guardia, para disimular la incompetencia de su compañero.

La fiscalía pidió la elevación a juicio contra Elvio Rolando Aguirre, quien cumplía la consigna fija y personal en protección de Liliana Flores y de Abel Mónico Córdoba, que se desempeñaba como jefe de guardia de la subcomisaría de Los Pinares el pasado 24 de diciembre. La Fundación Cintia Fernández se presentó como querellante.

El fiscal Gustavo Torres Rubelt requirió juicio contra Aguirre bajo la figura de abandono de persona seguido de muerte e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal y para Abel Mónico Córdoba como autor del delito de violación de medio de prueba, registros o documentos.
Recordemos el caso, por si acaso algún lector lo ha olvidado: Liliana Flores fue asesinada el 24 de diciembre en Cerrillos, por su exesposo, también policía, quien se suicidó en la misma casa.
Horas antes, Liliana había denunciad el hostigamiento violento de su ex, y por eso le habían asignado una consigna policial. Aguirre debía custodiar una casa precaria, pequeña, de Cerrillos. Pero, según el fiscal, estaba hablando por teléfono con su mujer, lejos de la casa, cuando escuchó los disparos. Cuando ya era tarde.

El fiscal hace hincapié en el hecho de violencia familiar que se registró horas antes del femicidio, cuando la mujer alertó que su expareja la había golpeado y amenazado con un arma de fuego, y en que la consigna fija y personal que se le asignó a la víctima, debía velar por su bienestar y el de sus hijos hasta que Hedgar Exequiel Almirón fuera detenido.
En el caso de Córdoba, quien se desempeñaba como jefe de guardia de la subcomisaría de Los Pinares el pasado 24 de diciembre, la acusación sobreviene a partir del resultado de la pericia documentológica realizada por el Departamento de Criminalística del Cuerpo de Investigaciones Fiscales a uno de los registros del libro de guardia de la Subcomisaría de barrio Los Pinares, secuestrado el 24 de diciembre pasado, tras el femicidio de Liliana del Valle Flores.
En el registro de las 6.40 del 24 de diciembre de 2019 del instrumento público, se pudo comprobar que hubo adulteraciones en relación a las directivas dadas inicialmente por la Fiscalía Penal de Cerrillos tras la denuncia realizada por la víctima durante la madrugada.