No se descarta que en las próximas horas se realicen nuevas detenciones por el asesinato de Juan Pedro Cruz. Pese al hermetismo policial, se acentúa la hipótesis de interna entre barras del club.
La noticia de la muerte llegó a todos los medios. Los micrófonos recolectaron testimonios para reforzar el carácter “cinematográfico” e inédito del hecho: un tipo que trata de correr con la pierna enyesada, otro que lo persigue hasta el baño y le deja seis o siete plomos en la carne. “Parecía un sicario”, dijo uno de los que estaba en la mesa cuando se escuchó salir la primera bala en busca del cuerpo de Juan Pedro Cruz. Con “sicario” el joven que habló en televisión se refería a la frialdad y casi profesionalidad del asesino: baja del auto, tira, camina hasta el baño, mata y sale, como si nada. En la edición de las 20 hs de Canal 11 (o puede ser en el noticiero de las 21 , por cablevisión) un notero dijo que los amigos ya sabían quiénes habían sido y que si hasta ayer a la noche la policía no los detenía, ellos tomarían venganza por motus propio. A la noche, rápidamente se difundió que ya hay detenidos. Se dijo, también, que no se descarta que en las próximas horas se produzcan nuevas detenciones. Los comentarios que circulan en la web no aportan datos concretos, pero sí una sensación insoslayable: el odio que hace pensar que esto puede ser sólo el preámbulo.