Un comandante retirado de Gendarmería Nacional fue detenido junto a siete personas por liderar una banda narco que traficaba cocaína y éxtasis desde Salta hasta Mendoza. El operativo, que culminó con el arresto de Miguel Ángel Torres, su hijo y dos agentes del Servicio Penitenciario salteño, permitió la incautación de 32 kilogramos de cocaína, casi un kilo de éxtasis, armas y una suma significativa de dinero en efectivo. Las autoridades confirmaron que la organización, con roles bien definidos, adquiría la droga en Bolivia, la almacenaba en Orán y la transportaba mediante caravanas de autos con un vehículo dedicado a alertar sobre controles policiales.
La investigación, iniciada en mayo de 2024 tras el hallazgo de 99 kilogramos de marihuana en un control en El Naranjo, apuntó rápidamente a Torres y su círculo cercano. Durante el seguimiento de la banda, se descubrió que el excomandante coordinaba personalmente las operaciones, empleando su experiencia previa en la fuerza para evitar ser detectado. La detención final ocurrió en Guaymallén, Mendoza, cuando la Policía interceptó un Fiat Cronos que transportaba 14 kilogramos de cocaína y detuvo a dos sospechosos. Posteriormente, en un allanamiento, se encontraron más drogas, armas y elementos clave para la causa.
Los ocho detenidos, entre ellos varios exuniformados, enfrentan cargos por transporte agravado de estupefacientes. La única implicada que obtuvo arresto domiciliario fue Sandra Mariela Areco Florentín, mientras que los demás permanecen en prisión preventiva. La causa, a cargo de los fiscales Eduardo Villalba y Carlos Amad, sigue abierta con una pregunta central por responder: si la droga también tenía como destino final a Chile. Las próximas etapas del proceso se centrarán en analizar la información obtenida en allanamientos realizados en Salta y Orán para determinar el alcance total de la red criminal.