Desde el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio en el país hubo 23 femicidios. Esto significa que una mujer muere cada 32 horas en la Argentina. Además, en el 72% de los casos la víctima fue asesinada en su casa y su victimario era una persona de su círculo íntimo.
El viernes pasado el femicidio de una mujer de 36 años en la puerta de su propia vivienda volvió a alertar a las agrupaciones que luchan contra la violencia de género. Paola Pereyra, la víctima, fue asesinada por su exmarido de un escopetazo en la cara cuando se encontraba junto a su actual pareja y a sus tres hijos.
Al respecto, el Observatorio «Ahora que sí nos ven», que contabiliza el número de femicidios en cada período de cuarentena, informó que del 20 de marzo al 12 de abril se registraron 18 asesinatos por violencia machista. Y del 13 al 19, hubo cinco nuevos casos, por lo que suman 23 desde el comienzo de la medida.
En ese sentido, advirtieron que se observa un incremento del delito durante el aislamiento, dado que la víctima de violencia de género muchas veces convive con su agresor.
Sobre esta situación, Laura Rottemberg, integrante del Observatorio, sostuvo: «Poner el foco en la cuarentena tiene que ver con un hecho en el que desde distintas organizaciones de la sociedad civil que trabajamos con la violencia de género hace ya rato que venimos observando, y es que el lugar más peligroso para las mujeres, según los datos, parece ser el propio hogar».
Según datos del Observatorio, el 72% de los femicidios cometidos durante el aislamiento ocurrieron en las viviendas de las víctimas. Por ese motivo, la activista subrayó la importancia de «atender esta problemática y empezar a pensar estrategias y políticas públicas que atiendan esta cuestión particular, que tiene que ver con que los principales femicidas son las parejas y exparejas de las víctimas o familiares que se encuentran dentro del vínculo íntimo».
Rottemberg también recordó que al comienzo de la cuarentena había un vacío legal sobre cómo salir a denunciar sin violar el decreto promulgado por el Gobierno, y destacó que rápidamente salió la resolución para aclarar este punto. Ahora, las personas que necesiten denunciar violencia de género pueden hacerlo acompañados por otra o hasta por sus hijos, sin que ello implique violar el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
También señaló la importancia de pedir la exclusión del agresor del hogar y que no sea la víctima la que tenga que irse. «Muchas veces lo que pasa es que las víctimas tienen que ir a un refugio y no hay refugios suficientes, eso es una realidad. Son propuestas a largo plazo, que vienen de una gestión anterior sin cumplirse», concluyó.

Foto: Andrea Sztychmasjter