Los vecinos denunciaron que desde la dirección obligan al personal de maestranza a vender picolé para recaudar fondos. «Los cerdos entran a la cocina y revuelven todo», manifestaron.

 

Los habitantes de Misión Chaqueña, en el departamento San Martín, elevaron una nota a la supervisora del ministerio de Educación evidenciando la mala gestión de la actual dirección de la escuela 4528. Entre los reclamos se destaca la mala administración de fondos, manejos irregulares y maltrato hacia el personal por parte de la directora, Claudia Vera y la vicedirectora, Irma Beatriz Sánchez.

En la misiva, hicieron mención a «innumerables falencias y mal desempeño del equipo de conducción en cuanto al comedor (mal manejo de fondos), falta de responsabilidad y sentido de pertenencia para gestiones varias en cuanto a la necesidad institucional». Además, denunciaron: «falta de respeto, maltrato a parte del personal de servicios y descuido de los niños».

En cuanto al manejo de los fondos, los vecinos enfatizaron en la falta de transparencia y en las compras atribuidas a empresas amigas: «sabemos que la dirección de la Escuela debe informar y trabajar en conjunto con los miembros de la Cooperadora Escolar (lo dice el reglamento general). En las gestiones anteriores se cumplió estrictamente esta actividad. Es decir que el tesorero acompañaba al director a retirar del banco la partida correspondiente y pagaban juntos al comedor. Se sabía cuánto era lo que llegaba y lo que se pagaba».

«La nueva dirección elige indiscriminadamente a su proveedor, que dicho sea de paso son sus amistades. En el caso de la carne, el proveedor es un familiar directo de ella», relataron.

Y agregan: «Desde 2019 a la fecha, los niños son asistidos con comidas muy magras. Varias veces se cocinó días seguido guiso con escasa carne y verduras. La comida sale tarde, hay días que no hay leña y algunas personas tienen que colaborar para asistir».

Malas condiciones, peores tratos

En el texto también se reflejan las pésimas condiciones en las que se encuentra el comedor escolar, al punto que no se puede evitar siquiera el ingreso de animales. «Los cerdos entran a la cocina y revuelven todo, no dejan a un responsable para este cuidado y tampoco buscan la forma de hacer un cercado perimetral».

Además, el trato hacia las trabajadoras por parte de la vicedirectora, está muy lejos de ser respetuoso. «Hemos descubierto en varias oportunidades como maltrata y grita a las ordenanzas», sostienen. Por otro lado, aseguraron que: «Las pone a vender picolé y a hacer bingos para recaudar fondos».