El joven Luciano Cruz perdió un ojo y casi la totalidad de la visión del otro a causa de los disparos de Policías de Salta. A poco que su caso de violencia policial se eleve a juicio denuncian que le armaron una causa para detenerlo.
Por María del Cerro
Desde Familiares de Detenidos-Desaparecidos por razones políticas y gremiales e H.I.J.O.S en la Red por la Defensa de los DDHH emitieron un comunicado en donde exigen la inmediata libertad del joven Luciano Cruz y el cese de la persecución y amedrentamiento por parte de la Policía de Salta que atenta contra su vida.
Señalaron que su detención se da en represalia ante el inminente juicio a los policías que, con la práctica de gatillo fácil contra Luciano, le mutilaron un ojo en su totalidad, deteriorándole el otro también al punto de estar casi ciego. Luciano Cruz fue baleado por la Policía de Salta el 24 de Febrero del 2020 cuando regresaba de trabajar, le mutilaron el ojo derecho y el 86% del ojo izquierdo al recibir 6 perdigones en la cara y 10 en el resto del cuerpo.
El juicio por gatillo fácil tiene fecha para septiembre, para lo cual el joven tiene que estar en su casa con la protección de su familia, sin embargo, fue detenido por una causa que señalan estaría armada por los propios policías. “Hoy Luciano está detenido en la alcaldía de ésta ciudad balaceado por un policía que goza de impunidad brindada por su institución, y víctima de una causa armada, con la amenaza de quedar detenido con prisión preventiva”, denunciaron desde la red de derechos humanos que se encuentra acompañando a su familia.
Según manifestó la madre de Luciano el joven continúa detenido por la detención irregular de un policía de civil que lo subió a su automóvil y después lo entregó en la comisaría como el presunto ladrón que le había robado a su hijo. Pero la madre manifestó que su hijo solamente había salido a comprar y se encontraba conversando con unos amigos en la vereda cuando llegó un auto con el policía de civil, su esposa y su hijo. El policía de civil se bajó y apuntándolos a todos hizo que los demás chicos salieran corriendo, mientras que Luciano por su casi nula visión se quedó quieto.
El hijo del policía dijo que había sido contacto por Facebook para la venta de una ropa y al encontrarse con dos jóvenes, éstos le robaron y salieron corriendo. Después junto a su padre policía salieron a buscar a los supuestos ladrones, deteniéndolo a Luciano que justo se encontraba en la zona.
Policías imputados
En julio de 2020 la entonces fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, imputó a los efectivos policiales sargento ayudante Rómulo Segovia, sargento Pablo Exequiel Toledo, cabo Ignacio Esteban Zurita y cabo Alfonso Néstor Sánchez, acusados del delito de vejaciones calificadas en concurso ideal con lesiones graves.
Del decreto de imputación se desprendió que aproximadamente a las 13:20 del 24 de febrero de ese año en barrio Norte Grande, los efectivos policiales mencionados y a bordo del móvil policial 1829, acometieron contra la integridad física de Luciano Enrique Cruz, de 19 años, y le causaron el estallido traumático del ojo derecho, con debilitamiento permanente del sentido de la vista por perdida del globo ocular. La lesión sería producto de un impacto de proyectil de posta de goma.
Tras ocasionarle la lesión en el ojo, al ser trasladado al Hospital Papa Francisco, la víctima se encontró nuevamente con sus agresores, donde el sargento Exequiel Toledo y el cabo Alfonso Sánchez, lo agredieron físicamente.
Del certificado médico surgió que Luciano Cruz sufrió lesiones contusas equimóticas de forma redondeada en arco superciliar derecho, otra en párpado superior derecho, otra en párpado superior de ojo izquierdo, otra en borde izquierdo de maxilar inferior, una en la cara interna tercio medio de brazo derecho, una sobre tercio superior de esternón, equimosis en tercio interno de clavícula izquierda, lesión contuso equimótica en cara anterior tercio medio de brazo izquierdo y dos en el codo izquierdo, dos sobre línea media y posterior a la altura de la tetilla izquierda y otras dos en la axila izquierda.
La fiscal penal Verónica Simesen de Bielke destacó que la acusación está corroborada con la denuncia del damnificado, las declaraciones testimoniales de los testigos presenciales, los certificados médicos y la copia de la filmación del móvil policial, entre otros elementos de convicción reunidos, que dieron cuenta de la participación punible de los imputados.