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Daniel Nallar se va de boca con el Tribunal de Faltas, luego recula

Dos semanas atrás el funcionario bettinista hizo un tour mediático hablando pestes del Tribunal de Faltas. Ahora parece que sufre amnesia.

Daniel Nallar, secretario legal y técnico del municipio, hizo duras declaraciones hace dos semanas sobre el trabajo realizado en el Tribunal de Faltas y lo describió como «corrupto».

El funcionario bettinista repartió insultos como si fueran carameles. “Había un nido de corrupción terrible dentro del Tribunal de Faltas. No existen expedientes, sumarios ni denuncias”, dijo Daniel Nallar.

Esto, a los integrantes y empleados del Tribunal les cayó mal. Pésimo. Y ahora Nallar intenta enmendar las cosas, como si nunca se hubiera ido de boca.

En una carta enviada al presidente del organismo, Cristian Abdenur, justamente tras estas declaraciones mediáticas, dijo: «no existe ningún tipo de aversión con nin guna de las personas ue desarrollan tareas en esa honorable institución» (sic). En dos semanas, un organismo pasó de ser «un nido de corrupción» a ser «honorable». Y sigue: «Considero, desde el punto de vista institucional, que tanto la persona de los jueces, coo de los secretarios y demás personal que desarrolla sustareas día a día con el mayor esfuerzo, existe un pleno copromiso con la función pública».

En medio de esta disculpa, intentó explicar por qué dijo lo que dijo: «He realizado año atrás denuncias ante ese Tribunal en razón de hechos concretos de naturaleza funcional que afectaron a mi persona y terceras personas afectadas en distintos hechos». Nallar, que al parecer no sabe que él es abogado y que las denuncias se deben hacer ante la policía o en la justicia, dice que en ese momento, hace años (otro Tribunal, conformado por otras personas) no actuaron bien. Jamás especifica qué denuncias hizo. Quiénes estaban a cargo entonces. Dejando una mancha más grande e involucrando a mas personas que antes. Ni un detalle.

«Ocurrió un hecho lamentable de manifiesta connivencia entre un Juez de ese Tribunal, actualmente no se encuentra ya en tales funciones, y un inspector de la entonces Dirección de Tránsito, lo cual fue denunciado por mi persona ante ese Tribunal, sin respuesta alguna«, dice.

Los hechos de Nallar parecen sacados de un cuento de hadas: pasaron en tiempos lejanos, jamás precisados.

Y después terminan volviendo a pedir perdón, intentando no parecer que pide perdón: «De las declaraciones públicas que realizara, debo salvar sin dudas su persona, la persona de los Jueces, la de los Secretarios y la del resto del personal de ese organismo que, día a día, insisto, desempeña sus tareas con compromiso y honestidad. Pero no salvo la de esos otros pocos que, contrariamete a lo expresado, actuaban y actúan de manera deshonesta y generando un enorme desprestigio en la institución...»- dijo el funcionario que en otras ocasiones ya se manifestó como odiador de los empleados municipales.