Con esa guita hasta Colapinto, con la «China» Suárez como navegante, podría ganar.
Dicen que el dinero no compra la felicidad, pero en el Rally Dakar parece que puede comprar un campeonato. Al menos, eso podría deducirse tras la victoria de Yazeed Al Rajhi, el piloto saudí con una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares, quien finalmente conquistó el título en la categoría Autos después de intentarlo ¡once veces! Su Toyota Hilux #201 cruzó la meta en Shubaytah, marcando un tiempo total de 52 horas, 52 minutos y 15 segundos. Solo necesitó unos modestos 3 minutos y 57 segundos para derrotar al sudafricano Henk Lategan, una diferencia que bien podría valer su peso en oro.
Pero, ¿cuánto cuesta ser campeón del Dakar cuando tus bolsillos son tan profundos como los pozos petroleros de tu país? Aquí va un desglose de su «sencilla» inversión anual para ganar la carrera más dura del mundo:
Pago de asistencia al equipo Overdrive: 300.000 euros. Porque manejar un auto solo no basta, necesitas un ejército de mecánicos listos para rearmarlo después de cada golpe de arena.
Tres motorhomes: 100.000 euros. Uno para descansar, otro para pensar estrategias y el tercero… bueno, a nadie le gusta compartir demasiado espacio.
Cuatro camionetas de asistencia: 24.000 euros. Para que la ayuda llegue antes que las malas noticias.
Avión para trasladar su Toyota: 96.000 euros. La comodidad también viaja en primera clase.
Participación previa en el Rally de Marruecos: 180.000 euros. Porque el entrenamiento no es gratis, y la experiencia cuesta.
Camioneta nueva para dicha carrera: 890.000 euros. A veces, la vieja confiable no es tan confiable.
Combustible: 19.000 euros. Porque incluso los millonarios sienten el precio de la gasolina.
Staff de entre 12 y 14 personas: 136.000 euros. Incluyendo cocineros, masajistas, seguridad y asistentes, porque un campeón necesita su propio equipo de apoyo digno de una estrella de rock.
Amortiguadores: 80.000 euros. Saltar dunas nunca fue tan caro.
El total, por si usted no tiene una calculadora a mano, ronda los 1.825.000 euros, o aproximadamente 2 millones de dólares. Una «pequeña» suma para un hombre cuya fortuna personal asciende a 2.000 millones. Lo que para el común de los mortales es el precio de una casa de lujo, para Al Rajhi es solo el costo de jugar a ser el mejor.
Victoria a precio de oro
Al Rajhi no es un piloto cualquiera: es el primer campeón privado desde Jean-Louis Schlesser en el año 2000. Un logro enorme, si no fuera por el pequeño detalle de que su presupuesto hace que los llamados «privados» parezcan más bien «semi-oficiales de lujo». “Fue la edición más dura de todas mis participaciones”, declaró el piloto tras su victoria. Su navegante, el experimentado neerlandés Timo Gottschalk, fue clave en su desempeño. No es casual que Gottschalk también haya trabajado con leyendas del rally como Carlos Sainz y Nasser Al-Attiyah. La experiencia, al parecer, tampoco es barata.
Cuando la metáfora futbolística no ayuda
En sus declaraciones, Al Rajhi recordó con una sonrisa el Mundial de Fútbol 2022, cuando Arabia Saudita venció a Argentina. Un sutil recordatorio de que a veces, la fortuna y la suerte no están del lado de los nuestros. Claro que, en este Dakar, la fortuna estuvo con él, literal y metafóricamente.
¿Qué aprendemos de la historia del piloto más rico del mundo? Que la perseverancia es importante, pero tener los bolsillos llenos de billetes tampoco duele. Así que, si alguna vez siente que no está logrando sus metas, tal vez solo necesite una pequeña inversión… de un par de millones de dólares.