Más de 170 construcciones irregulares avanzan sobre zonas estratégicas de la frontera norte. El Gobierno nacional ordenó operativos para frenar tomas que comprometen la seguridad del Área de Control Integrado.

La localidad de Aguas Blancas, en el norte salteño, enfrenta un crecimiento desbordado de ocupaciones ilegales sobre terrenos fiscales, con más de 170 construcciones detectadas en zonas críticas como la Ruta Nacional 50 y la franja de seguridad del Área de Control Integrado. Según advirtieron medios regionales, estas áreas son claves para la infraestructura de vigilancia fronteriza, lo que disparó la intervención del Ministerio de Seguridad de la Nación, que ya ordenó inspecciones y solicitó informes a Vialidad Nacional y a la Dirección General de Inmuebles de Salta.

Los operativos buscan frenar no solo la expansión de edificaciones clandestinas y conexiones eléctricas precarias, sino también las denuncias por ventas ilegales de lotes. Según se alertó desde fuerzas federales como Gendarmería, estas usurpaciones representan una amenaza directa a la seguridad nacional: habilitan posibles accesos no controlados a rutas sensibles y favorecen delitos como el contrabando, la trata de personas y el narcotráfico. Además, la precariedad habitacional compromete la operatividad de sistemas de vigilancia e iluminación que funcionan en zonas de frontera.

La problemática ya se aborda dentro del Plan Güemes, la estrategia del Gobierno nacional para reforzar la presencia estatal en regiones vulnerables de Salta y Jujuy. En ese marco, se evalúan medidas urgentes como el desalojo de los ocupantes ilegales, el despliegue de más fuerzas federales y una mayor coordinación con autoridades provinciales y municipales para prevenir nuevas tomas. Desde el Ministerio de Seguridad se destacó la necesidad de recuperar el control territorial de Aguas Blancas antes de que la situación derive en un escenario aún más crítico.