Se manifiestan hace una semana frente a la Legislatura Provincial. Amenazan con prenderse fuego.

Denuncian que detrás de los grandes negocios de las remiseras hay políticos. Y, desde luego, los políticos no hacen nada para escuchar el reclamo, que parece justo.
Por eso desde hace una semana, los trabajadores del volante decidieron cortar la intersección de Rivadavia y Mitre, frente a la Legislatura. Solo quieren que se regule el sistema de entrega de licencias.
Carlos Escalante, uno de los remiseros, terminó levantando la huelga de hambre por problemas de salud. Sin embargo, expresó que “a esta gente no le importa la salud de nadie”, en clara referencia a los legisladores.
El trabajador también dijo que hay una “falta de voluntad de los diputados” para votar a favor de una ley de emergencia. “Queremos que los diputados nos reciban y traten la ley”, indicó.
Por otra parte, el trabajador apuntó contra las remiseras y contó la experiencia que tuvo con el dueño de una agencia, quien le afirmó que a nadie le importa si los agencieros evaden impuestos.
“Cuando me nombró su agencia, le dijo que él también estaba evadiendo al fisco. Textualmente me dijo que ‘si nosotros los agencieros evadimos impuestos, a quién puede importarle porque no perjudicamos a nadie si evadimos al Estado, y todos tienen trabajo’”, señaló.
Finalmente, Escalante afirmó que “la solución es que las licencias no vayan para los agencieros” y que permanecerán en el lugar hasta que el Gobierno les dé una solución.