La gestión que se autocatalogó como “el cambio” adoptó rápidamente los vicios del gobierno saliente. Además sumó a sus viejos aliados. Este es el caso de la relación entre el gobierno provincial y el siempre apañado Rubén Corimayo. (DOM)
Ignoramos si existe dentro del libro Guinness una categoría sobre los intendentes más corruptos o con más irregularidades en la historia de la humanidad. Sabemos, con certeza, que de existir esa categoría, Rubén Corimayo, jefe comunal de Cerrillos, estaría peleando por el primer puesto. Al menos una nueva auditoría así lo confirma: mucho caos para terminar de despistar y, sobre todo, para que no se encuentren pruebas suficientes en caso de que algún día, por esas casualidades de la vida, deja de ser aliado del gobierno de turno (sea quien sea que esté en ese gobierno) dispuesto a apañarle todo.
La investigación
Sólo tomaron el ejercicio 2010, con el objeto de conocer los las Ejecuciones Presupuestarias de Recursos y Gastos, el Estado de Situación de la Tesorería, el estado de la Deuda Pública y evaluar la Gestión de los Bienes del Uso. Al final de las 61 hojas del informe los contadores dirán que está todo Ok, pero la verdad es que con la documentación faltante no pudieron cumplir con ninguno de los objetivos.
Lo que sucede es que ellos hacen la gran Poncio Pilato y lo aclaran casi de entradita nomás, bajo el subtítulo “Limitaciones al alcance”: “No fue puesto a disposición para el renglón de la Ejecución Presupuestaria identificado como: Inciso 4 “Bienes de Uso”, Partida 42 “Construcciones”, e Ítem 422 “Construcciones de Dominio Público”, la documentación completa de las distintas obras allí informadas, correspondientes a un Legajo Técnico a saber: Pliego de Condiciones, Memoria Descriptiva, Especificaciones Técnicas, Planos y Cómputos y Presupuesto.
Por este motivo, no pudieron aplicarse los siguientes procedimientos de auditoría: revisión de la documentación a fin de conocer cabalmente la obra contratada y/o ejecutada por el Municipio, cotejando los distintos componentes de un Legajo Técnico, a saber: memoria descriptiva, especificaciones técnicas, planos o croquis y cómputos y presupuestos; las comprobaciones matemáticas y técnicas, el examen de documentación específica. Ni siquiera pudieron hacer inspecciones oculares a las obras que, pese a todas las sospechas generadas, desde la intendencia se muestran como terminadas.
(des)Organización
Pese a que Corimayo ha pasado todo el menemismo y todo el kirchnerismo enquistado en ese municipio, hay cuestiones básicas de organización que aún no consigue. Por ejemplo, el municipio no cuenta con un Manual de Procedimientos. Tampoco cuenta con uno de Misiones y Funciones, Cuadro y Perfiles de Cargos y Manual de Procedimientos de las diferentes Áreas del Municipio, “lo que no permite la delimitación de responsabilidades de los agentes municipales en relación a las funciones asignadas y dificulta la evaluación del funcionamiento del control interno”.
Salvo que el intendente cerrillano haya desarrollado un sistema similar al de la selección holandesa de los 70 (en el cual cada jugador asumía roles según en el lugar que ocupaba en la cancha, volviendo loco a los otros equipos) de manera que no haya delimitación de funciones y que nadie sepa qué hacer, esto se traduce en caos, en ineficiencia. Para Corimayo, en todo caso, podría ser una fabulosa cortina de humo: sólo el desconcierto es la música de fondo ideal para que las irregularidades queden soterradas, imperceptibles. Y es por eso que los auditores también han criticado que “el ente auditado no cuenta con programas formalmente establecidos destinados a la compra de bienes y servicios”.
Sin sorpresas, en el ítem 4.1.3, escriben: “La información financiera no es confiable, ya que formalmente no están explicitadas las competencias y atribuciones asignadas a los distintos actores intervinientes en el pago de bienes y servicios que adquiere el Municipio”. Y añaden: “No existe división de funciones, por cuanto la administración de fondos y valores y la de registración contable se desarrollan en forma conjunta, lo que atenta contra principios básicos de control. Ese incumplimiento no permite alcanzar los objetivos generales, de forma tal que asegure la implantación de los controles necesarios de las operaciones a fin de minimizar el riesgo asociado a las mismas y que permita asegurar que se ejecutan de manera ordenada, ética, económica, eficiente y efectiva”.
El caso está también presente en la forma en que se ordenan las cuentas: nada está bien registrado: como si la economía del lugar fuera manejada por un estudiante de primer año de contaduría de la Universidad Católica. En serio. El desajuste es tal que ni ellos deben saber cuánta plata tienen. Para el ejercicio auditado habían trazado un presupuesto de $ 10.487.495,00 y lo finalmente lo ejecutado fue de $ 15.186.041,55.
Gastos Varios
Aun así, pese a toda la cortina de humo y papeles ininteligibles, se ha podido constatar que Corimayo declara haber gastado, ese año, $ 618.573 en Bienes de Capital, pero, por ejemplo, sí es evidentemente irregular que para comprar vehículos jamás se llamó a licitación -como lo ordena la ley- y además la empresa ganadora es una que ya ha hecho buenas migas en el pasado con la gestión Corimayo: “No se accedió a las invitaciones realizadas a firmas del medio con acuse de recepción de las mismas, resultando posteriormente adjudicataria de la compra la única firma que un año antes ya había presentado factura pro-forma del bien. Se adjuntan “tirillas” de Fax, que no exteriorizan el contenido de lo enviado”, dice el informe. Lo mismo pasa con la mayoría de las compras: órdenes de compras sin firma, presupuestos sin firmas y no se acompaña Remito con la constancia de fecha de recepción y conformidad de los bienes recibidos: o sea que lo que aparece como comprado puede estar como puede no estar en el lugar.
También les llamó la atención a los funcionarios algunos “gastitos” del municipio, como $ 579.609 en combustible y lubricantes. “No existe un adecuado control en la recepción de combustibles y lubricantes y su utilización en el parque automotor y uso de taller. Si bien se registra en una planilla la carga a los distintos rodados, la misma responde a una estimación basada en la experiencia del personal y no consta el cómputo de controles respecto del consumo”, dice la auditoría. Curiosamente, además, el 90% de las compras de Combustibles se efectuaron a la empresa MB ENERGY SRL, con quien se mantiene una “cuenta corriente”.
Por otra parte, el municipio ni siquiera tiene inventariado los bienes que posee, puesto que no presentó a los auditores el Estado Demostrativo de la Situación de los Bienes del Estado indicando las existencias al inicio del ejercicio, las variaciones producidas durante el mismo como resultado de la Ejecución del Presupuesto, o por otros conceptos y las existencias al cierre. Esto quiere decir que si algo desaparece nadie lo notará o nadie podrá, si quiera, probar que estuvo ahí.
Así las cosas. Corimayo hace esto desde siempre. Lo respaldó en su momento Juan Carlos Romero y ahora lo hace Juan Manuel Urtubey. Él -como los felinos- siempre cae bien parado.