Representantes de la Cooperativa de Trabajo Obrera Gráfica Campichuelo de Buenos Aires estuvieron en Salta para participar de una instancia de capacitación y fortalecimiento con cooperativistas locales, el encuentro facilitado por Fundación Markani será el primero de una serie de capacitaciones sobre cooperativismo y soberanía económica junto a Las Ekekas (Salta), destinada a mujeres de ambas provincias. (Diana Deharbe)

Stela Maris Molina de Fundación Markani explicó que el convenio marco de mutua colaboración celebrado apunta a “fortalecer a las cooperativas desde manera transversal haciendo foco en las cuestiones de género, asesorando, acompañando siendo el punto de partido de colaboraciones a futuro cuyo objetivo es construir una red de cooperativas y fundaciones entre Salta y Buenos Aires que permitan la expansión de proyectos locales”.

María Laura Labonia y Paola Escasusa, socias de Campichuelo, en entrevista con Cuarto Poder hicieron un breve repaso de la historia de la cooperativa que ya lleva más de 27 años de trabajo autogestivo. Nacidas de las cenizas de los antiguos talleres gráficos donde funcionaba el Boletín Oficial de la República Argentina, en 1992 se crea la cooperativa. Actualmente, está conformada por 48 asociados donde 20 de ellos son mujeres, “en nuestra cooperativa, mujeres y varones trabajamos en el marco de la igualdad y nosotras ocupamos cargos gerenciales y de poder”, sostuvo María Laura.

Las representantes de Campichuelo visitaron alrededor de 5 cooperativas de trabajo locales y señalaron que uno de los problemas principales que enfrenan las cooperativas salteñas es la precariedad y falta de recursos económicos que fomenten su expansión además de las trabas burocráticas que impone el sistema. En el marco de una profunda crisis económica y social, las cooperativas se presentan como “una arma para salir de la pobreza, ya no pensamos a las cooperativas como la última alternativa ante la necesidad, sino como un modo de vida y de trabajo”, dijo María Laura.

Trabajar desde la economía social

Las representantes de Campichuelo también hablaron de los impactos negativos que han generados las políticas del gobierno actual: “gracias a los tarifazos cientos de cooperativas en CABA han cerrado, se han perdido fuentes de trabajo que no están contabilizadas por el gobierno, en nuestro caso puntual hemos perdido el 60% de la producción en tres años y el aumento de costos y la tendencia a la digitalización del rubro nos estén llevando a que nos diversifiquemos para poder seguir subsistiendo”, acotaron.

Sin embargo, señalaron que ante la necesidad y la crisis se ha incrementado el interés por el cooperativismo porque es una alternativa que permite construir lazos solidarios de contención y apoyo. “Hoy en día hay profesionales que eligen trabajar de modo cooperativista porque están cansados del sistema tal como está, quieren otro modo de vida y de trabajo, libertad para decidir y para hacer. Quiénes trabajamos desde la economía social tenemos una profunda preocupación por el impacto social de nuestro trabajo porque somos conscientes del aporte que hacemos a la sociedad y de que generamos puestos de trabajo genuinos”, mencionó Paola Escasusa.

“Tenemos que terminar con el preconcepto de que la economía social es de pobres y para pobres y que con eso solo se subsiste porque no es así, quienes estamos en una cooperativa queremos vivir bien y somos plenamente capaces de competir de igual a igual con las empresas tradicionales. Por eso creemos que es necesario que desde el gobierno se fortalezca y apoye al sector más de lo que ya se hace, como por ejemplo, sería bueno que las cooperativas podamos participar de licitaciones públicas”, sostuvo M. Laura Labonia.

Cooperativas locales

Una de las cooperativas locales que recibirá ayuda y asesoramiento de la Fundación Campichuelo es la cooperativa Batalla de Salta, actualmente presidida por Gloria Reynaga. Her-Sol, marca comercial de la cooperativa de herreros y soldadores funciona desde el año 2011, realiza todo tipo de trabajo de herrería en general donde, en muchos de los casos, se reciclan materiales.

Gloría, quién dirige la cooperativa desde el año 2015 cuenta que al principio eran más de 60 asociados y que hoy sólo quedan 15, 5 de los cuales son mujeres sustentos de hogar, ya que la crisis ha golpeado duramente al sector, “no hay materiales, no hay subsidios y así es difícil sostener una constante de producción ya que tampoco hay ventas; nadie se interesa por visibilizar nuestras necesidades y nuestro trabajo”, señaló.

Para muchas mujeres unirse a la cooperativa y aprender un oficio no sólo representa la oportunidad de conseguir un trabajo genuino sino también la posibilidad concreta de sortear diferentes violencias como la económica, “es una manera de empoderarse, de sentirse valoradas y de ser un ejemplo para otras, cuándo yo decidí aprender el oficio de la herrería todos me dijeron que era un trabajo para hombres y que no iba a poder. Al principio, fue difícil pero superé mis miedos y temores y aprendí. Hoy elijó estar en la cooperativa no solo por la necesidad económica sino porque tengo la esperanza de poder crecer y vivir de lo que sé hacer”, sostuvo. “Yo pase de ser una ama de casa que limpiaba casas para subsistir y alimentar a mis dos hijos a presidir una cooperativa, me recibí de Técnica en Comunicación Social, estoy terminando la Tecnicatura en Economía Social y también comencé una licenciatura a distancia en Cooperativismo y Mutualismo en la Universidad de Santiago del Estero, la cual termino a mediados de este año. Además soy profesora de textil y desde hace 4 años sostengo a puro pulmón un comedor que funciona en mi casa, se llama Ojitos Inocentes, desde ese lugar también ayudo a quienes lo necesitan y que son madres solteras como yo”, añadió Reynaga.

El contexto de crisis y ajuste también afectó a los cooperativistas locales, Gloria señala que la mayoría de las cooperativas que se crearon en Salta incentivadas por el programa Hacemos Futuro (antes Argentina Trabaja) han cerrado y que en la actualidad están funcionando a pérdida por falta de ingresos, “vemos más pobreza en los barrios que hace tres años y en este sentido, quiénes estamos dentro de la cooperativa nos sentimos unidos y sostenidos por este espacio”, finalizó.

 

Para comunicarse con la cooperativa Batalla de Salta dirigirse a Eugenio Pontussi, esquina con Ruta 26, Camino a Barrio La Paz o comunicarse al teléfono 0387-5045078.