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Continúa la historieta

La fiscal Gabriela Buabse, dadas las circunstancias del caso, pidió la prisión preventiva de los 4 policías que fueron acusados del asesinato de Gabriel Mura ocurrido en el barrio Sarmiento el 16 de noviembre pasado.
Hasta ahora todas las pruebas y testimonios indican que la brutalidad de la policía salteña es una constante. En el caso particular de Mura los azules implicados están hasta las manos. Y salvo que baje un ovni para abducirlos no hay forma de que zafen por el cobarde crimen cometido.
Para aquellos que no están familiarizados con este caso lo resumimos de la siguiente manera: una noche de fin de semana, post partido de fútbol barrial, una gresca entre policías y vecinos termina con Mura y un azul a los golpes, un segundo policía, al ver que a su amigo le estaban dando para que tenga y guarde se acerca como las ratas y por la espalda dispara la escopeta ithaca. Los proyectiles de plomo impactan a corta distancia contra Mura. La cacería de vecinos, los tiros, las corridas y la locura policial continua mientras Gabriel yace tendido en el suelo.
La fiscal Buabse, a cargo de la investigación del caso, refirió en su pedido de prisión preventiva que tras la pelea “personal policial habría disparado directamente hacia la integridad física del damnificado Mura Ortíz, con un arma larga de fuego y con proyectiles de plomo, a muy corta distancia”.
Asimismo, agregó que este hecho es “de extrema gravedad en atención a la función que desarrollaban los imputados al momento de cometerse el hecho, a la gravedad del mismo y al modo en el cual se habría cometido”.
Los imputados son el subcomisario, Claudio David Burgos, los oficiales César Carmelo Figueroa y Carlos Alberto Arias, y el cabo, Fernando Martín Cruz, todos de la división Motorizada del Servicio de Emergencia 911, de la Policía de Salta. La fiscal concluyó que “de las distintas declaraciones testimoniales recibidas y de los informes incorporados surge que los imputados habrían actuado en forma totalmente desmedida, no surgiendo ninguna motivación o causa que justifique, de modo alguno, tan brutal agresión”.