El edificio ubicado en calle Lavalle, en el que una losa se vino abajo lastimando a dos obreros, como muchos otros de la zona céntrica, no contaba con la habilitación pertinente para realizar una construcción.
Hace bastante que venimos informando de las irregularidades con las que se construyen diferentes edificaciones tanto en el centro capitalino como en los diferentes barrios, un claro ejemplo es la saga de notas relacionadas a la construcción de una clínica en Adolfo Güemes N° 82, un edificio de 6 pisos donde las irregularidades saltan a la vista incluso en las distintas modificaciones de los planos. Pero aun así, le construcción tuvo los avales necesarios para continuar, y hoy está ahí, en plena construcción.
El caso del edificio derrumbado en la Lavalle y Caseros resultó todo lo contrario, porque luego del accidente en el que resultaran seriamente heridos dos obreros, ahora todos dicen que jamás contó con la aprobación de sus planos, y que ya en reiteradas ocasiones los dueños habían sido informados para que se detuviera la obra.
Los dos obreros de la construcción de 26 y 33 años fueron trasladados al hospital San Bernardo en grave estado.
Luego de la tragedia, desde el Municipio informaron que los responsables de la obra fueron notificados en tres oportunidades, por demoler sin autorización e intimados a presentar la documentación técnica de la obra, ese “intimados” no sabemos a lo que se refiere. Porque en todo caso, si es que una obra no cuenta ni siquiera con los planos aprobados, no debería permitirse la construcción, o menos la demolición previa del edificio que será reemplazado. Pero esto es Salta la linda, y de esas situaciones está plagada la construcción de esta nueva ciudad, llena de edificios irregulares por todas partes, de los cuales nos enteramos, sólo cuando sucede una desgracia.