En un intento de revertir la imagen de un municipio “sin gestión”, colaboradores de Gustavo Sáenz intensifican los controles de obra en barrios privados y prevén modificar el sistema utilizado para labrar multas de tránsito. (Gonzalo Teruel)

Lo primero ya se concretó, de hecho se informó oficialmente, en las últimas semanas con visitas a las más distinguidas urbanizaciones de la capital salteña. “Las supervisiones se vienen realizando desde hace varias semanas en todos los barrios privados de la ciudad. Se precisó que todas aquellas obras que no contaban con la documentación obligatoria fueron notificadas” informaron fuentes municipales.

Y detallaron que en Valle Escondido se realizaron 7 notificaciones, 8 en La Lucinda I, 4 en La Lucinda II, 10 en El Tipal, 6 en La Almudena, y otras 7 notificaciones en El Aybal y Ojimoro. En otros barrios como Los Profesionales y El Huaico las observaciones también fueron numerosas, 22 y 98, respectivamente, y en el macrocentro se labraron  67 notificaciones.

“Las supervisiones se vienen realizando desde hace varias semanas en todos los barrios de la ciudad, todas aquellas obras que no contaban con la documentación obligatoria fueron notificadas y durante los operativos de esta semana (en cada uno de los barrios ya visitados) se realizaron las actuaciones y multas correspondientes por la falta de respuesta a lo notificado anteriormente” revelaron desde el Centro Cívico Municipal. Y aunque no pudieron precisar la cantidad y el monto de las multas porque es información que se está procesando todavía confirmaron la voluntad de “ponerse firme y multar a quien haya que multar”.

Eso no es todo. Al parecer hay un firme propósito del ejecutivo municipal por recuperar el control sobre las multas de tránsito. Cuarto Poder supo que el entorno del intendente avanza en modificaciones que garantizar el ingreso de esos recursos al erario público y decaiga la mala imagen que posee los inspectores de tránsito por el cobro de coimas. Operadores políticos del municipio aseguran que la idea es reemplazar los vetustos talonarios que utilizan los agentes de tránsito por modernos equipos informáticos.

Se trataría de dispositivos denominados PDA que en rigor se utilizan desde el 2010 por la provincia y son entregados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. El dispositivo permite que las multas ingresen “en el acto” al sistema de la Dirección de Tránsito y del Juzgado de Faltas. Las fuentes consultadas aseguran que si bien el método no elimina la posibilidad de que el inspector coimee antes de activar el dispositivo, sí permite monitorear a los inspectores monitoreados: “si el porcentaje de multas es de 50 diarias y uno recurrentemente te llega con 5, sabes que algo está pasando por ahí” explicó el funcionario.

No sería es la única ventaja. El nuevo sistema terminaría con las recurrentes perdidas de talonarios. Una forma utilizadas por inescrupulosos empleados municipales para recaudar en negro plata que nunca llegaba a Tránsito”, enfatizó el interlocutor de Cuarto Poder.

Así las cosas y con las dificultades públicas y notorias para poner en funcionamiento a su equipo de gobierno, Sáenz dio luz verde a su gente para que intensifique el control en la ciudad. A las tareas de inspección y supervisión en el corredor turístico de calle Balcarce, se suman ahora las gestiones en tránsito y obras privadas de construcción.