El proyecto de Ley de Clubes de Barrio fue presentado en la Legislatura porteña por la Asociación de Clubes de Barrio y Deporte Social. Uno de sus ejes principales es promover la perspectiva de género y diversidad.

El deporte es muchas veces un mundo hostil para las chicas y las mujeres que intentan hacerse un lugar. Falta de presupuesto y de promoción de su participación, espacio inadecuado, canchas en malas condiciones, entre tantas otras cosas, hacen que muchas desistan de hacer carrera en terrenos tan expulsivos. Incluso aquellas deportistas que llegan, hablan de la presión y exigencias extra que han sentido por ser mujeres. El proyecto de Ley de Clubes de Barrio y Deporte Social de la Ciudad, presentado en la Legislatura porteña, intenta revertir tanta cancha inclinada, promoviendo la perspectiva de género y diversidad así como la inclusión de las mujeres e identidades de género autopercibidas en el deporte y sus instituciones.

Otros ejes de la propuesta

El proyecto fue presentado por la Asociación de Clubes de Barrio y Deporte Social, y busca “entender a los Clubes de Barrio como aquellas instituciones que cumplen un rol fundamental en la estructuración de nuestra sociedad, promoviendo el acceso al deporte, a la cultura, a la educación, al espacio público, al encuentro colectivo”, según un documento elaborado por la institución.

Uno de los ejes principales del proyecto (ver aparte) es promover la perspectiva de género y diversidad y la inclusión de las mujeres e identidades de género autopercibidas en el deporte y sus instituciones a partir de tres herramientas: crea un “Consejo Asesor para la igualdad de géneros en el deporte”; establece el Premio Eva Perón a las buenas prácticas para la inclusión de las mujeres e identidades de género autopercibidas en el deporte; y define el “Monto Estímulo para la promoción del deporte con igualdad de género”, que será entregado a todas las instituciones deportivas que promuevan la perspectiva de género y diversidad.

Para recibir el “monto estímulo” los clubes deberán cumplir algunos requisitos, como:

“a) Aumento interanual del número de asociadas mujeres, superior al aumento interanual del número de asociados varones;

b) Inclusión de al menos un 30 por ciento de mujeres en la composición de la comisión directiva;

c) Contar con una oferta de deportes en conjunto para mujeres e inclusiva de las identidades de género autopercibidas, representativa de al menos el 40 por ciento de la oferta de deportes en conjunto del club;

d) Inversión presupuestaria para garantizar igualdad de género en el acceso y uso de las instalaciones e infraestructura del club;

e) Participación de equipos en ligas y torneos femeninos;

f) Incorporación tendencial de mujeres e identidades de género autopercibidas al plantel de docentes, profesores/as y entrenadoras/es;

g) Remoción de mecanismos discriminatorios  en base al género de los reglamentos internos.”

Por otro lado, un Consejo Asesor para la igualdad de géneros en el deporte “deberá diagnosticar el estado de situación y a partir de eso proponer y promover políticas que se orienten a la plena incorporación de las mujeres y de las identidades de género autopercibidas en el deporte. También deberá seleccionar a las instituciones beneficiarias del “Monto Estímulo…”, explica la asociación.

Además, el proyecto crea el Premio Eva Perón que tendrá como objetivo “reconocer a las instituciones que desarrollen políticas relevantes para remover barreras de género en el ámbito deportivo”.

Andrea Conde, legisladora FpV, presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, dijo que acompañará el proyecto, al que consideró “pionero” porque “incluye herramientas para promover la perspectiva de género en el deporte y fomenta muy fuertemente la inclusión, la igualdad y la diversidad, lo que nos permite como sociedad ir de construyendo el machismo que durante años y años ha estado enquistado en el deporte.”

“El fútbol es un juego que siempre nos demuestra que todos y todas tenemos que estar adentro. Hay que pensar cómo incorporamos a personas e identidades que han estado históricamente excluidas del deporte. El deporte además es una herramienta poderosa para erradicar la violencia de género, porque una piba se empodera, se adueña de la cancha, aprende a dominar su cuerpo y eso genera mujeres autónomas y fuertes que luego socialmente son capaces de transformar realidades”, dijo Mónica Santino, referente en la promoción del fútbol de niñas y mujeres, y presidenta de la Asociación Civil La Nuestra – Fútbol Femenino, en un acto de presentación del proyecto realizado el 11 de octubre en la Legislatura.

Tomando como base la Carta Internacional de la Educación Física de la UNESCO y diferentes disposiciones internacionales, el proyecto entiende el acceso al deporte como un derecho humano básico, que debe ser promovido y garantizado por el Estado. Desde este enfoque de derechos es que la perspectiva de género y la promoción de la diversidad es un elemento central de la propuesta.

Fuente. Página 12