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Circo beat: Romerato, Peña, las empanadas de Pepe y nuevo gabinete

Los contradicciones de los Romero, Cruz y el antidoping

Juan Esteban Romero, diputado y orgulloso impulsor del proyecto más anticonstitucional del año, quiere que todos los legisladores, funcionarios y autoridades provinciales pasen por un control antidoping antes de asumir. “Con esta medida, vamos a recuperar la confianza de la sociedad”, aseguró en la emisora de Sansone, el comerciante constructor que «arma» noticias como si fueran ladrillos, sin tomarse la molestia de mencionar fuentes de distintos medios y periodistas.

Romero, con una memoria más corta que la lista de logros de su hermana, argumentó: “Esto mejorará la institucionalidad y permitirá evitar casos como el de Monges, donde un secretario de Seguridad, según el fiscal, gestionó el traslado de cocaína con permisos oficiales durante la pandemia”. Todo un visionario… salvo por un pequeño detalle: ese mismo secretario, Benjamín Cruz, fue recibido con honores por Bettina Romero durante su gestión como intendenta.

“Es una alegría inmensa que Benjamín Cruz asuma como Secretario de Gobierno”, tuiteó Bettina en su momento, con entusiasmo digno de un discurso inaugural. Más tarde, la misma intendenta—ya en retirada tras su derrota ante Emiliano Durand—lo acomodó en el Tribunal de Faltas, cargo que Cruz tuvo que abandonar luego de ser accedido por la justicia.

Juan Esteban parece haber olvidado que la institucionalidad también se construye con coherencia. Si la idea es «recuperar la confianza de la sociedad», tal vez sería útil comenzar por casa y revisar los aplausos desmedidos que su propia hermana regaló al hoy cuestionado Benjamín Cruz. Porque, si seguimos así, más que un control antidoping, el diputado va a necesitar un detector de contradicciones.

 

El papelón de Peña y la nueva misión de la ex superpoderosa

El fin de semana dejó un espectáculo político digno de sobremesa: Mario Peña hijo, el exministro de Turismo, no solo fue despedido, sino que se adelantó al anuncio oficial de Gustavo Sáenz con un movimiento que dejó claro su estilo: improvisación y oportunismo. Con un comunicado de renuncia apresurado, Peña intentó maquillar lo que en realidad fue una salida forzada por «vago e inútil», según cercanos al gobernador.

Su paso por Turismo fue, en palabras de los empresarios del sector, una prolongada procrastinación. Durante cinco años en la Provincia y dos en la Municipalidad, su gestión quedó marcada por la falta de políticas específicas para mantener a Salta competitiva frente a destinos como Jujuy, que bajo Federico Posadas logró avances significativos, como nuevos vuelos y un tren solar que atrae miradas internacionales.

Ahora, el lugar vacío lo ocupará Manuela Arancibia, exintegrante del selecto grupo de las «chicas superpoderosas» del Bettinismo, junto a Maru Angulo, Frida Fonseca, Susana Pontussi, Jaqui Cobos, Agustina Gallo, Valeria Capisano, Silvia Varg y Soledad Gramajo, quienes rodearon empedradas a su líder y conductora Bettina Romero en su paso por la intendencia. Profesora de educación física y hasta ahora presidenta del Instituto de Promoción Turística de Salta, Arancibia tiene un reto mayúsculo por delante.

Su salida de la gestión municipal, años atrás, estuvo teñida de tensiones políticas. Algunos señalan que el distanciamiento con Romero se debió a la promoción desde las filas del Partido Autonomista, de la cual era su principal dirigente, de Ángel Causarano, un concejal que terminó enfrentando públicamente a la exintendenta. Ahora, Manuela vuelve al ruedo, pero no será fácil sacudirse los vínculos del pasado ni las expectativas de un sector turístico que exige resultados tangibles.

En un evidente operativo mediático, su nombre cobró protagonismo en las últimas 24 horas, acompañado de un currículum sobrevalorado para inflar expectativas. Sin embargo, lo único que los salteños esperan es que su gestión esté a la altura de las circunstancias, porque Salta necesita más que promesas. Por otro lado,  en la Secretaría de Deportes asumirá el periodista deportivo Ignacio García Bez, mientras que a Gabriel Chibán lo “rescatan” con la creación de un Ente del Deporte hecho a medida de sus aspiraciones.

 

El gabinete de Sáenz se reconfigura

Este miércoles a las 18, el gobernador Gustavo Sáenz pondrá en escena su versión más reciente del gabinete provincial en Casa de Gobierno. La función incluirá juramentos, caras nuevas y varias ya conocidas.

El ministerio estrella del cambio es Seguridad. El saliente Marcelo Domínguez, exjuez con buena oratoria, aprovechó su última aparición para recibir los halagos de Sáenz. En su lugar, llega Gaspar Solá, un abogado especializado que parece tener su currículum listo para cualquier desafío en la material: desde su papel en el norte provincial contra el narcotráfico hasta su experiencia en la Procuraduría de Narcotráfico de la Nación, antes pasando por la Coordinación de Seguridad durante el gobierno de Juan Urtubey. 

Sin embargo, las dudas las genera su segundo al mando: Nicolás Avellaneda, cuya experiencia en Seguridad parece haberse limitado a despejar vendedores ambulantes y peloteros del Parque San Martín durante la intendencia de Sáenz y una deslucida gestión en la provincia. Una elección que genera más preguntas que respuestas.

Verónica Saicha toma el timón de la Secretaría de Justicia pidiendo licencia como diputada provincial oficialista. Tal vez su nuevo desafío sea hacer que esta transición parezca menos improvisada de lo que aparenta.

El ministerio más cuestionado, conducido por Ricardo Villada, sigue tambaleando. A su falta de diálogo y su estilo «a mi manera», se suma la elección de Ana Paula Benavidez para la Secretaría de Gobierno. El problema: su fichaje irritó al partido Salta Independiente, que no tardó en pedirle la renuncia por aceptar un puesto «sin avisar». Un movimiento para «sumar voluntades» que terminó en una resta antes de comenzar. Guadalupe Biella, hija del único Biella que cosecha votos, Bernardo declinó el cargo en favor de su carrera mediática en los programas y portales informativos del intendente Emiliano Durand.

Finalmente, Rodrigo Monzo, quien hasta ahora era el segundo de Villada, cambia de rumbo y asume como Secretario de Comercio e Industria.  Solo el tiempo dirá si estos movimientos logran estabilidad o si serán solo una temporada más de “Love is blind”. 

 

Patio de la Empanada: ‘Pepe’ Muratore, el rey de los puestos

Blanca Cecilia Mercado, cofundadora del mítico Patio de la Empanada, está viviendo una pesadilla digna de una telenovela. Tras 33 años de trabajo en el corazón de Salta, y a pesar de ser una mujer ciega que ha luchado contra viento y marea junto a sus hijas, ahora se enfrenta a un muro de indiferencia y abuso económico que tiene como protagonista a nada menos que “Pepe” Muratore.

La historia relatada al medio De Frente Salta, comienza cuando, durante la remodelación del local, Muratore  pidió a las hijas de Blanca que retiraran los elementos de cocina. Todo parecía un simple cambio de imagen… hasta que las puertas del lugar se cerraron para ellas. El viernes pasado, tras la presentación de la nueva administración encabezada por Viviana García (esposa de Muratore, lo primero es la familia), la mujer se acercó con la esperanza de retomar su puesto, solo para encontrarse con una sorprendente petición: 7 millones de pesos para poder regresar.

La feriante, cuenta con una resolución municipal que la autoriza a ocupar ese lugar, pero ahora se ve obligada a pagar una cifra estratosférica por algo que ya le pertenece, como si fuera una especulación inmobiliaria.

Cabe recordar que  además de la denuncia de Blanca, surgen otras inquietudes sobre la gestión del Mercado San Miguel, donde Muratore también tiene la sartén por el mango. Con su historial de  una administración más opaca que clara, se habla de cifras millonarias que recauda por mes, pero que no parecen ir directamente al bienestar de los puesteros, ni aun después de haber sufrido el trágico incendio que los dejó en la calle.

Lo más irónico de esta historia es que, mientras Muratore mantiene su control absoluto, los puesteros del Mercado, y los del Patio de la Empanada, como Blanca, siguen luchando por lo más básico, su derecho a trabajar. Mientras tanto Pepe, sigue usufructuando como el rey de los puesteros, bajo la venia de los gobernantes de turno.