Tras partes de prensa sin rubricas que acusaban de deslealtad a tres dirigentes peronistas acusados de trabajar para listas rivales, el histórico dirigente justicialista Eduardo Sángari recorre cafetines y redacciones que lo acerquen a los irrespetuosos. (Gonzalo Teruel)

Desde la derrota electoral de Daniel Scioli en las elecciones presidenciales de 2015 y la consecuente pérdida de liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, el PJ es definido por propios y extraños como un “hormiguero pateado”. Y esa misma figura poética todavía vigente a nivel nacional ahora, tras el fracaso en las recientes elecciones legislativas, llegó a la órbita provincial.

“El PJ es un hormiguero pateado” reconocen algunos peronistas de pura cepa como Manuel Santiago Godoy mientras otros, mucho más duros todavía, advierten que “el PJ es un quilombo”. Como sea, la situación institucional del peronismo salteño es caótica: las principales autoridades quisieron renunciar y no pudieron y será, a fin de mes, el congreso partidario quien decidirá si Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Isa y Manuel Santiago Godoy continúan al frente o si son reemplazados.

Pero, mientras tanto, el pase de facturas está a la orden del día y la caza de brujas desatada. Un grupo, sin precisa identificación, exigió la expulsión de Sonia Escudero, Carlos Yarade y Fernando Pequeño Ragone de las filas del PJ. Ante los medios y con comunicados de vieja usanza denuncia que estos, sobre todo Escudero y Yarade, traicionaron al partido y luego de ser derrotados en las internas del oficialismo provincial “trabajaron para otra lista distinta a la del partido”.

Tamaña acusación encolerizó a los históricos dirigentes peronistas. En nombre de ellos, siembre dispuesto a sacar la cabeza de la cocina política para defender a un compañero, Eduardo Raúl Sángari recorre cafetines y redacciones en busca de pistas para llegar a los irrespetuosos. “No tienen nombre, no tienen apellido, son anónimos” protesta y advierte que “son los pícaros de siempre, pero confunden picardía con inteligencia”.

Y, además, avisa que “nos vamos a quedar en el partido y cuando sepamos quienes son los irrespetuosos que han hecho la nota (con el pedido de expulsión) los vamos a querellar”. “La plata que le saquemos irá al partido para mejorarlo” promete y porfía que antes que tarde los va a encontrar para hacerles entender que “Escudero y Yarade son un lujo para el PJ”.

“Se los acusa de que han sido desleales y de haber trabajado para otras listas y eso es infamantemente falso” aclara y recuerda que “perdimos las internas y públicamente Carlos le entregó sus proyectos a Godoy y Sonia a Andrés Zottos”. “Estamos trabajando en el partido con reuniones los días jueves para hacer una autocrítica constructiva” enfatiza y pide participación en el congreso partidario previsto para fin de mes.

Por ahora, no pudo hablar con Urtubey ni Godoy pero ya tendrá oportunidad. Mientras tanto está ocupado en “los tres estúpidos que piden renuncias”. “Estamos pidiendo la apertura del partido y los pusilánimes de siempre nos quiere expulsar”, lamenta.