En la calurosa Orán, un bicipolicía hizo un alto para beber agua en la zona de la catedral de esa ciudad. En el descuido le robaron la bicicleta.
Era la siesta cuando los policías designados en la zona de la Catedral se tomaron un respiro para ingerir agua. Según informó Radio Guemes, los uniformados dejaron solo unos segundo las bicicletas pero ese tiempo fue suficiente para que un caco se llevara el móvil Nº 50.
La desaparición del rodado alerto a las astutas fuerzas de seguridad de Orán que si bien sufren altercados como estos cuentan con algunas cámaras de seguridad del sistema 911 que les permitió develar el misterio: y es que las filmaciones mostraron como un muchacho entraba caminando a la Catedral y luego “milagrosamente” salía en la bicicleta identificada como móvil Nº 50 de los bici policías.
Siguiendo las pesquisas, los policías lograron determinar que el destino del muchacho había sido la calle Mendoza esquina pasaje Cisterna en el barrio Maravillas. Allí la policía llegó para recuperar el rodado y detener al sujeto de 28 años de edad.
Acto pirotécnico
Por otra parte, 11 menores resultaron con quemaduras por el uso de artefactos explosivos. Los casos más graves se dieron ayer cuando un chico, de 13 años, fue derivado desde Tartagal por quemaduras en los ojos y el rostro. El adolescente quedó internado en cuidados intermedios.
Un niño de la capital salteña, de ocho años, también fue hospitalizado por lesiones en las manos. Al nosocomio, por otra parte, no arribaron chicos víctimas de accidentes de tránsito.